1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

discusión pública

Ucrania, más allá y más acá: la izquierda que da lecciones a la izquierda

Aclaraciones de los análisis de Santiago Alba Rico y Noam Chomsky sobre la guerra de Rusia contra Ucrania

Joan Pedro-Carañana 22/04/2022

<p>Imagen aérea de Mariúpol (Ucrania), tras el bombardeo ruso. </p>

Imagen aérea de Mariúpol (Ucrania), tras el bombardeo ruso. 

RTVE

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

Aunque ha sido una constante en la historia de la(s) izquierda(s), parece que en España se ha intensificado desde 2014. Qué duda cabe de que el debate serio es sano y necesario, pero, a menudo, no se ha tratado tanto de debate fraterno como de aleccionamiento sobre qué hacer. Es más, la empatía, el diálogo sereno y el análisis de los hechos han sido sustituidos por la retórica agresiva contra hombres de paja, que se han utilizado en las pugnas por lograr hegemonía en el seno de la izquierda. Por ejemplo, para legitimar la hipótesis populista se combatió el muñeco del determinismo económico. Claro que sigue habiendo algunas corrientes economicistas en el marxismo, pero tienen muy poca visibilidad y son poco relevantes. Lo justo y útil hubiese sido debatir con perspectivas dialécticas (u otras corrientes no esencialistas), es decir aquellas que tratan de comprender y transformar las relaciones no mecánicas entre economía y comunicación. Esta ausencia ayuda a explicar que la crítica al economicismo derivara en comunicacionismo.

Introduzco este breve contexto para comentar desde una posición fraternal y no maniquea el artículo de Santiago Alba Rico publicado en CTXT y titulado Ucrania y la izquierda. Vaya por delante mi profundo respeto por el trabajo de Alba Rico, a quién tuve el placer de entrevistar extensamente en 2018, si bien creo que sus análisis de los conflictos internacionales son de un valor limitado e incluso equivocados. El artículo mencionado es sugerente y aporta algunas reflexiones de interés. Sin embargo, considero conveniente aclarar algunos puntos importantes, particularmente sobre la posición de Noam Chomsky en torno a la guerra de Rusia contra Ucrania o, mejor dicho, del dictador Putin contra el pueblo ucraniano.

El artículo de Alba Rico propone una lección sobre lo que la izquierda “debería” hacer o lo que “tenemos” que apoyar y condenar. Sin duda hay que plantearse qué hacer, pero ya existen propuestas de personas implicadas de una manera u otra en los conflictos –especialmente en las organizaciones de base– que siguen invisibilizadas. Es elitista e incluso puede ser autoritario decir lo que hay que hacer cuando hay quien se ha organizado y ocupado su tiempo y esfuerzo para pensar colectivamente en cómo actuar. Por ejemplo, desde la perspectiva de los estudios para la paz, se están realizando análisis y propuestas para la resolución de la guerra. ¿Quién soy yo para decirles qué hacer? Al contrario, puedo escucharlos, aprender, acompañarlos y divulgar su punto de vista. Es un principio básico del periodismo para la paz.

Un segundo aspecto del artículo es la escasa base empírica sobre la que se realiza el análisis. Los conceptos y las ideas sufren cuando no se anclan en realidades concretas. Esta insuficiente atención a los hechos conocidos se refleja especialmente en la interpretación que hace el autor de los análisis realizados por Chomsky, como desarrollaré más adelante.

Una tercera cuestión a comentar es la del muñeco de paja. Alba Rico critica a la izquierda que denomina “estalibán” por su apoyo a, o blanqueamiento de, Putin. De nuevo, es cierto que esta izquierda existe, pero es tan minoritaria que conviene darse cuenta de que las posiciones desde la izquierda que tienen interés y que difieren de las de Alba Rico se encuentran en otro lugar. Por ejemplo, desde los mencionados estudios para la paz, autores y activistas como Johan Galtung, Fernando Montiel o Vicenç Fisas han realizado propuestas concretas y viables antes y durante la guerra que apenas son discutidas. ¿Por qué no debatir con ellos? Permitiría avanzar más en el conocimiento y en la construcción del largo camino de una paz justa y duradera.

El artículo se pone interesante cuando pasa a discutir la posición de Chomsky. Alba Rico critica a los “estalibanes chiflados” por reproducir la propaganda rusa y señala que “hay un rescoldo soviético en la rebeldía antisistema de cierta izquierda”. Esta izquierda no habría entendido los cambios en el (des)orden mundial y trataría de encajar la realidad en sus modelos teóricos inválidos. Según Alba Rico, este es el problema de Chomsky. Supongo que no considera que Chomsky sea “estalibán” ni que tenga rescoldos soviéticos (es sabido que el filósofo estadounidense siempre se ha pronunciado contra la Unión Soviética por implementar un totalitarismo anti-socialista), pero lo cierto es que es de los pocos nombres que da el artículo. 

La “ceguera etnocéntrica” e incomprensión de Chomsky del mundo actual ya se habría demostrado en su análisis sobre la guerra en Siria, según un artículo del intelectual y activista Yassin al-Haj Saleh citado por Alba Rico. Dicho artículo se refiere concretamente al “americanocentrismo” o, como señala más correctamente en una ocasión, al “EEUU-centrismo”. Según Alba Rico, “la obsesión por EEUU en un mundo desordenado, en el que el mal se ha fragmentado, descentralizado y emancipado del monopolio estadounidense, señala atinadamente, por ejemplo, el poder de la OTAN, pero infravalora como subordinados, subsidiarios o inofensivos otros peligros –para la democracia y la libertad de los pueblos– que determinan, sin embargo, el destino individual y colectivo de buena parte del planeta”. Es más, la “neurosis antiestadounidense” de Chomsky “lo llevó a abandonar en Siria a los que se jugaron y, en muchos casos, perdieron la vida luchando contra la dictadura; y a alimentar en Ucrania la tesis de que la invasión rusa es, de alguna manera, una respuesta automática al cerco de la OTAN”. 

Vayamos por partes.

El lingüista estadounidense ha señalado en numerosas ocasiones el lento declive de EEUU como potencia mundial hegemónica

Lo primero es que el lingüista estadounidense ha señalado en numerosas ocasiones el lento declive de EEUU como potencia mundial hegemónica y el ascenso de China y otras potencias como Rusia, Brasil o India. Por ejemplo, ha insistido en que EEUU ha perdido influencia en Latinoamérica. Sin embargo, Chomsky no se lleva a engaño respecto a la concentración del poder: EEUU sigue siendo con diferencia la potencia con más capacidad de decisión y, por supuesto, poderío militar. Sin duda, aún tiene poder para incidir en el continente y el resto del mundo –ahora aún más en Europa–. En un mundo caótico en el que muchas cosas se han vuelto líquidas sigue siendo fundamental atender a la correlación de fuerzas y a patrones estables. Es decir, Chomsky se centra en EEUU por ser la primera potencia mundial. En segundo lugar, ha señalado en innumerables ocasiones que considera que la posición adecuada es concentrar los esfuerzos donde puedan tener un mayor impacto, en este caso, para ayudar a los ucranianos, parar la guerra y evitar la escalada nuclear. Para llegar a una solución es necesario que EEUU, como principal potencia, se siente a escuchar propuestas de alto el fuego y negociar la paz.

Comentario aparte merece la acusación de que Chomsky es antiestadounidense. Es la típica estrategia de descalificación que las fuerzas del sistema en EEUU y muchos otros lugares han utilizado contra el autor y otras voces que disienten de la narrativa oficial. Es parte de la construcción maniquea del enemigo conceptualizada en el quinto filtro del modelo de propaganda de Herman y Chomsky, que sirve para desacreditar de entrada al oponente y cerrar la discusión. Si no estás conmigo, estás contra mí; estás contra tu propio país. Lo cierto es que Chomsky ha señalado en muchas ocasiones no solo lo valioso que tiene su país, sino la diferencia de criterio entre las élites y la mayoría de la población en torno a temas fundamentales, según han mostrado las encuestas recurrentemente. Se puede estar en desacuerdo con Chomsky, pero su argumento indica que no parece un caso de neurosis u obsesión. Despacharse con etiquetas psicológicas o psiquiátricas no parece lo más acertado.

Mejor entrar a discutir los argumentos. Si atendemos a las reflexiones de Chomsky, no parece que infravalore peligros que provienen de fuera de EEUU. De hecho, el autor no ha dejado de alertar sobre el riesgo de una guerra nuclear fatídica. Nadie sabe hasta dónde puede llegar Putin, pero sí que las escaladas de violencia son muy difíciles de frenar, lo que indica que la posibilidad de una mayor catástrofe es real. Lo que Chomsky dice es que una política exterior estadounidense y un orden internacional más justos permitirían precisamente contrarrestar los peligros de las dictaduras rusa y china. Un orden mundial basado en la seguridad y la defensa, no en la expansión y agresión. Es lo que pide el Sur Global. Si no se quiere que más países caigan bajo influencia de las potencias dictatoriales, parece lógico ofrecerles una mayor justicia y seguridad. De momento, EEUU sigue siendo percibido como una gran amenaza en la mayor parte del mundo. 

La posición de Chomsky no tiene nada que ver con la crítica de Alba Rico a los “estalibanes” por justificar a Putin. Chomsky ha condenado la invasión injustificada y criminal, pero es consciente de que la condena, aunque necesaria, es insuficiente. Lanza un mensaje importante al mundo que, aparte de ser auto-gratificante (¡qué buenos somos!), es poco eficaz para frenar la guerra y salvar vidas. No hay más remedio que pensar soluciones diplomáticas y sentarse a negociar. Cuanto más pronto, mejor. Podría haberse hecho antes de la invasión. 

Pero antes de las alternativas, se requiere un diagnóstico. Chomsky aboga por un pensamiento no reduccionista ni maniqueo, que, como ha señalado Ignacio Sánchez-Cuenca, sostiene a la vez que Rusia es culpable de la invasión y que la expansión de la OTAN permite entender –no justificar– la decisión bélica de Putin. Obvio que dicha expansión supone una amenaza para Rusia. No exime a Putin de sus crímenes en modo alguno, pero sí que permite pensar los errores (y horrores) de EEUU y Europa y corregirlos. 

Para el intelectual estadounidense, si lo que queremos es aprender de lo sucedido para el presente y el futuro, reducir el dolor y prevenir más sufrimiento, es necesario que EEUU asuma sus responsabilidades y modifique coherentemente su política exterior. Pero estamos en la era de la des-responsabilización. Más fácil echarle la culpa exclusivamente al malo malísimo. Pero si el mal está efectivamente (des)centralizado (asimétricamente) en diferentes núcleos, no puede obviarse ninguno de ellos, especialmente el más poderoso. Otro principio elemental del periodismo para la paz.

Respecto a la posible solución negociada del conflicto, Chomsky señala que tiene cierta utilidad recurrir a la legalidad internacional, pero limitada por la hipocresía de su aplicación, como también ha reconocido The Economist. De nuevo, se aplica a los otros, pero no a nosotros o nuestros aliados cuando violamos los derechos humanos. Es útil remontarse a las guerras en Irak o Libia, pero hay tragedias humanitarias que están teniendo lugar ahora mismo en Yemen, Afganistán, Palestina, el Sáhara o Mali a las que se les presta la mínima atención. El tratamiento dicotómico de los crímenes (unos aceptables y otros condenables) y de las víctimas (dignas e indignas de atención) ha sido analizado en profundidad por Chomsky no solo en lo relativo a la legalidad sino a la cobertura de los medios de comunicación hegemónicos y los discursos oficiales (especialmente en colaboración con Edward S. Herman). 

Chomsky aboga por el espíritu de Minsk II que recoge la propuesta de una Ucrania federal y enfatiza la posibilidad de una Ucrania militarmente neutral que no esté bajo la OTAN ni sometida a Rusia, una opción que ya aceptó el presidente Zelenski en marzo y que si se hubiese negociado seriamente podría haber evitado la guerra. Para profundizar en los detalles de las posibilidades de resolver la guerra, remito al lector a los textos de Chomsky y los artículos citados de los estudios para la paz. 

Lo más serio que escribe Alba Rico es que “es prioritario evitar que esa guerra involucre a la OTAN; es prioritario apoyar, defender, asegurar la independencia de Ucrania. Nuestro belicismo debe estar limitado por la necesidad de evitar un conflicto internacional y una confrontación nuclear; nuestro pacifismo, por la necesidad de afirmar la justicia y el derecho internacional”. Es básicamente lo que ha dicho Chomsky, solo que con análisis concretos y recogiendo propuestas de paz. Alba Rico no ofrece ninguna solución concreta.

En el contexto actual, no hay opción buena. Hay que elegir entre las menos malas

En el contexto actual, no hay opción buena. Hay que elegir entre las menos malas. Una Ucrania neutral, con compromiso por parte de Rusia de no agresión y otros acuerdos necesarios, es para Chomsky la opción más viable para evitar la guerra nuclear y favorecer la independencia ucraniana. Chomsky no piensa que haya que caer en el belicismo. Considera justo enviar armas a los ucranianos, tal y como han solicitado, para poder enfrentarse a las tropas rusas, pero advierte de que esto solo lleva a alargar el conflicto y a la escalada. Señala que, tal vez, haya manera de proveerlas reduciendo los efectos secundarios, pero que lo que de verdad importa es pensar cómo construir la paz. Como he señalado, la justicia y el derecho internacional son herramientas disponibles, pero hay que ir más allá.

La paz se puede construir –siempre con inmensas dificultades– desde el realismo de ser conscientes de las limitaciones a la paz que impone la geopolítica y, a la vez, desde los valores de la misma paz, la igualdad y la justicia. Desde esta posición y siguiendo lo escrito por José Luis Villacañas, se puede concluir que no se puede dejar que Putin gane esta guerra, aunque, al mismo tiempo, el dictador ruso no va a permitirse perderla. No hay opción de suma cero en la que el vencedor se lo lleve todo. Ucrania no puede vencer y, aunque Rusia puede arrasar Ucrania, tiene que hacer frente a la respuesta de EEUU y Europa. En caso de escalada nuclear, solo hay posibilidad de destrucción mutua. Por tanto, la opción más razonable es que unos y otros ganen y pierdan algo en beneficio de todos. Chomsky está del lado del pueblo ucraniano, pero señala que no hay más remedio que contemplar la posibilidad de que si no se le da una salida a Rusia las consecuencias podrían ser catastróficas para Ucrania y el mundo. El autor estadounidense aporta un diagnóstico geopolítico e histórico de la situación y, a partir de ahí, discute propuestas de resolución ancladas en la fea concreción de la realidad. Por el momento, no hay otro procedimiento intelectual más adecuado para el análisis y transformación viable de la realidad. Este acercamiento revela que esta guerra extremadamente peligrosa era fácil de evitar y ahora de resolver. 

Lejos de mi voluntad actuar como otra izquierda que da lecciones a otra izquierda que da lecciones a otra más

Es necesario el debate entre las izquierdas, sintomáticamente divididas, pero evitando descalificaciones y posiciones dicotómicas de los buenos que somos y lo malos que son los otros. Lejos de mi voluntad actuar como otra izquierda que da lecciones a otra izquierda que da lecciones a otra más. Mi propósito es, mediante la comunicación no violenta y el diálogo honesto y fraternal, aclarar la posición de Chomsky sobre la guerra en Ucrania y mostrar su valor si lo que nos importan son las víctimas y evitar un desastre aún mayor. Las reflexiones de Chomsky nos muestran que Rusia actúa de manera criminal y belicista, y que EEUU y sus aliados podrían, al menos, haber hecho mucho más para evitar la guerra y para pararla una vez iniciada. 

Los muertos solo pueden gritar en silencio. Los comentaristas podemos ponerlos en el centro de la discusión y contribuir a evitar aún más muertes entendiendo lo que ha sucedido, asumiendo responsabilidades y actuando en consecuencia. Cuanto antes, mejor.

------- 

Joan Pedro-Carañana es profesor especializado en comunicación y cambio social en la Universidad Complutense de Madrid. Coordinador junto a Francisco Sierra-Caballero del libro El modelo de propaganda y el control de los medios (Comunicación social)

Aunque ha sido una constante en la historia de la(s) izquierda(s), parece que en España se ha intensificado desde 2014. Qué duda cabe de que el debate serio es sano y necesario, pero, a menudo, no se ha tratado tanto de debate fraterno como de aleccionamiento sobre qué hacer. Es más, la empatía, el diálogo sereno...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Autor >

Joan Pedro-Carañana

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

3 comentario(s)

¿Quieres decir algo? + Déjanos un comentario

  1. enrbalmaseda

    Excelente artículo,toda una leccion para Sr Alba Rico sobre lo que es debatir con juego limpio Solo un matiz. Escribe el autor: "Las reflexiones de Chomsky nos muestran que Rusia actúa de manera criminal y belicista, y que EEUU y sus aliados podrían, al menos, haber hecho mucho más para evitar la guerra y para pararla una vez iniciada". Petenezco a esa moyoría de quines sabíamos poca cosa sobre los antecedentes de la relaciones USA/ Rusia y he aprendido -poco menos en los rincones de la información/propaganda dominantes- que la posición de USA con la Rusia postsoviética y su sistemático boicoteo de la propuesta de paz y seguridad de Gorvachov en su programa "La Casa Común Europea, desde Lisboa hasta Vladivoscok", están buena parte de la raíces que han desembocado en esta guerra en Ucrania. Para quienes les interese el tema, recomiendo el excepcional documental recientemente emitido por La 2 "Gorvachov y la paz nuclear" https://www.rtve.es/play/videos/la-noche-tematica/gorbachov-paz-nuclear/6506238/

    Hace 1 año 11 meses

  2. pipe49

    ¿Qué quieren que les diga, que el Sr Alba Rico en su superón afán aleccionador que-listo-que-soy-yo-y-que-tontos-son-todos-los-demás me resulta extremadamente cansino?

    Hace 1 año 11 meses

  3. Fernando

    Una cualidad de Chomsky de la que carece Alba Rico es la Humildad.

    Hace 1 año 11 meses

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí