1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

Poderes

La patronal inmobiliaria: el lobby contra la regulación de los alquileres

Sánchez tiene que decidir qué es prioritario para su Gobierno: una ley de vivienda progresista que proteja a miles de familias con un control de precios efectivo o una ley subalterna a los intereses del sector

Jordi Guzmán 12/07/2021

<p>PSOE, alquileres, especulación, fondos buitre</p>

PSOE, alquileres, especulación, fondos buitre

Pedripol

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

Hasta la crisis financiera de 2008, era común relacionar la patronal del negocio inmobiliario con las grandes empresas de la construcción y promoción inmobiliaria: Núñez y Navarro, la Llave de Oro o Vía Célere, entre otras. Agrupadas en influyentes organizaciones regionales como la Asociación de Promotores y Constructores de Edificios de Catalunya (APCE), fundada en 1968, y la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid (Asprima), creada en 1977, estas empresas han funcionado como lobby de presión para incidir sobre las políticas de desarrollo urbano de los distintos gobiernos. Por ejemplo, en el ciclo largo de burbuja hipotecaria que fue del 1996 al 2007, es fácil atribuir la influencia política que ejercieron estas asociaciones sobre el Gobierno de Aznar para que aprobara la polémica Ley de liberalización del suelo en 1998. Sin embargo, tras el estallido de la burbuja hipotecaria de 2008, el mercado inmobiliario se ha transformado profundamente y el espacio político de la patronal inmobiliaria no ha dejado de ampliarse.

No solo ha habido una diversificación de los sectores inmobiliarios, sino también un cambio en la escala: fondos de inversión internacionales que presionan directamente sobre el Gobierno

Si la larga década que sigue a 2008 sirvió para trasladar la especulación inmobiliaria de la burbuja hipotecaria (1996-2007) a la burbuja de los alquileres (2013-2020) –a través de cambios legislativos concretos en materia de vivienda–, la patronal inmobiliaria ha sabido adaptarse a la coyuntura, trasladando el grueso de su actividad al sector de los alquileres. No es casual que desde 2008 hayan aparecido en la escena inmobiliaria nuevos actores con un interés particular en el alquiler. En menos de una década se han constituido como nuevos agentes los sectores de la consultoría, la mediación, la inversión y la gestión inmobiliaria. No solo ha habido una diversificación de los sectores inmobiliarios, sino también un cambio en la escala geográfica: fondos de inversión internacionales que presionan directamente sobre el Gobierno del Estado.

En el actual contexto político, con una decisiva Ley de Vivienda que se tambalea por la oposición explícita de la patronal inmobiliaria a una regulación efectiva de los alquileres y con los fondos europeos Next Generation EU3 en juego para la rehabilitación de viviendas, resulta del todo necesario situar el espacio político que ocupa la patronal inmobiliaria. Si trazamos cronológicamente la aparición de los nuevos actores inmobiliarios, podemos perfilar la recomposición política de la patronal inmobiliaria en el presente ciclo especulativo:

– En 2013 nace la Asociación de Consultoras Inmobiliarias (ACI), el lobby que reúne a las principales empresas consultoras como Savills Aguirre Newman, CBRE, Cushman & Wakefield, JLL, BNP Paribas Real Estate, Catella y Knight Frank. Tan solo estas siete firmas internacionales copan más del 90% del mercado de la consultoría inmobiliaria en España. El interés de las consultoras reside en reactivar la locomotora inmobiliaria para que sus servicios de valoración y análisis de mercado sigan siendo imprescindibles para las empresas del sector. Por ello, son recurrentes las intervenciones públicas de su presidente, Ricardo Martí-Fluxá, o la CEO de Savills Aguirre Newman, Anna Gener, en los medios de comunicación, abogando por la construcción de nuevas viviendas sociales o privadas dedicadas al alquiler (el denominado built-to-rent) bajo un modelo de colaboración público-privada.

– En 2017, se consolidaba el sector de la mediación inmobiliaria con la creación de la Federación de Asociaciones de Empresas Inmobiliarias (FADEI), integrada en la CEOE como organización empresarial, que integra 12 entidades que representan a unas 5.000 agencias inmobiliarias. FADEI se constituyó con “la intención de crear una patronal fuerte y representativa del sector de la mediación inmobiliaria, sensible a todo tipo de empresas”, según se lee en su página web. FADEI se posicionó enseguida en contra de la Ley catalana de Regulación de los Alquileres, una medida que atacaba directamente a sus intereses por limitar los rendimientos económicos de su negocio. La presidenta de FADEI, Montserrat Junyent, acumula una larga trayectoria en el sector inmobiliario y es una portavoz recurrente de la patronal en los medios de comunicación.

– En 2019 se constituyó Asocimi (Asociación Española de Sociedades Anónimas Cotizadas de Inversión en el Mercado Inmobiliario) con el objetivo de representar los intereses de más de 90 Socimis que se han creado en menos de una década, situando a España como el país europeo con mayor número de Socimis. Estos vehículos de inversión, recordemos, cotizan en los mercados financieros y utilizan el capital de inversores de todas partes del mundo para comprar todo tipo de inmuebles. El principal atractivo de las Socimis reside en que no pagan impuesto de sociedades, es decir, un modelo de especulación a coste cero. En la actual coyuntura política, donde el Gobierno ha impulsado el Plan de Recuperación, Transformación y Resiliencia (PRTR) a fin de canalizar las ayudas de los fondos europeos Next Generation EU3 para la rehabilitación de viviendas y eficiencia energética, Asocimi ya se ha erigido como un early rider de la patronal inmobiliaria, preparando la maquinaria burocrática para capturar el influjo de capital europeo que recibirá el Ejecutivo. El presidente de Asocimi, Javier Basagoiti, se ha convertido en otro productor de discurso orgánico dentro del universo simbólico de la patronal inmobiliaria.

El principal atractivo de las Socimis reside en que no pagan impuesto de sociedades, es un modelo de especulación a coste cero

Las Socimis han sido piezas claves para desatascar los miles de inmuebles que se quedaron las entidades financieras. Recordemos que, en 2013, el Gobierno de Rajoy reformó la Ley de Arrendamientos Urbanos para reducir la duración de los contratos de alquiler de 5 a 3 años, coincidiendo así con el plazo obligatorio que las Socimis deben cumplir al arrendar sus inmuebles a cambio de ahorrarse el impuesto de sociedades. Con estos cambios, los fondos de inversión internacionales arrasaron como un tsunami el ladrillo que las entidades financieras se habían quedado tras el impago de miles de préstamos hipotecarios. Así, fondos oportunistas como Blackstone y Cerberus se han convertido en las mayores inmobiliarias del Estado. Y para canalizar y gestionar sus inmuebles en el mercado del alquiler, el Gobierno de Rajoy les preparó un traje a medida: las Socimis.

El caso de Blackstone merece mención aparte. Este conocido fondo de inversión norteamericano no solo se ha convertido en el mayor casero del Estado –con más de 20.000 viviendas en alquiler–, sino que también es el fondo que posee más Socimis en el Estado. Blackstone constituye un lobby por sí solo: son públicos los ataques mediáticos que ha protagonizado el fondo a fin de presionar al ministro Ábalos para que no apruebe una regulación de los alquileres estatal. Su máximo representante en el Estado, Eduardo Mendiluce, CEO de las inmobiliarias Anticipa y Aliseda, se ha convertido en un gurú dentro del sector real estate. Antes de fichar por Blackstone, Mendiluce trabajaba como responsable de desarrollo corporativo inmobiliario en Catalunya Caixa, la entidad bancaria a la cual Blackstone compró la cartera de activos en 2012.

– En 2020, se anunciaba la Asociación de Propietarios de Vivienda en Alquiler (ASVAL), la jugada maestra de Blackstone y otras grandes inmobiliarias y promotoras como la Llave de Oro. El objetivo de ASVAL es juntar a los grandes propietarios con los pequeños arrendadores, utilizando a éstos últimos como el caballo de Troya para ganar el apoyo de la opinión pública. El presidente de ASVAL es Joan Clos i Matheu, el conocido exalcalde de Barcelona y ex ministro de Industria del gobierno de Zapatero. Clos es una pieza clave de la patronal inmobiliaria: conecta las redes políticas con los CEOs de las grandes empresas inmobiliarias. Clos, además, es el presidente de la Federación Internacional de Profesiones Inmobiliarias (FIABCI), la rama española de una asociación de empresarios inmobiliarios de todo el mundo. Entre sus socios, FIABCI aúna a agentes inmobiliarios como APCE o al Colegio de Agentes Inmobiliarios de Barcelona.

Las organizaciones y asociaciones de la patronal inmobiliaria no se limitan a las anteriormente citadas. Existe una larga red de actores y colaboradores que comparten los mismos intereses económicos en el mercado inmobiliario. Un ejemplo claro son los portales inmobiliarios, que guardan la apariencia de espacios neutros donde arrendadores e inquilinos se encuentran y realizan sus transacciones, pero en realidad utilizan su enorme poder mediático para beneficiar a los grandes intereses de la patronal inmobiliaria. Portales como Idealista o Fotocasa tienen un papel muy importante en la difusión de datos sesgados sobre el mercado inmobiliario que en algunos territorios llegan a orientar las políticas públicas ante la ausencia de datos oficiales. El caso de Idealista es conocido por sus prácticas ilícitas para pactar el precio de los alquileres y por incumplir la Ley catalana de Regulación de los Alquileres. El jefe de Idealista, Fernando Encinar, es un habitual comentarista en los medios de comunicación y es conocida su oposición dogmática al control de los alquileres.

Con este complejo puzle de actores, la patronal del negocio inmobiliario ya no puede ser circunscrita al sector de la construcción y del mercado hipotecario; debe ser situada en un contexto más amplio, donde la apuesta inmobiliaria pasa por la revalorización perpetua de los alquileres. En menos de una década, se han sumado varias organizaciones sectoriales (consultoría, mediación, inversión y gestión inmobiliaria) y actores internacionales, como los fondos de inversión, al espacio político de la patronal inmobiliaria: un espacio de confluencia donde convergen distintos actores inmobiliarios para defender un modelo de negocio centrado en el alquiler. Por ello, el consenso principal que atraviesa el discurso de la patronal inmobiliaria es la animadversión hacia la regulación de los alquileres, una medida que ataca frontalmente la razón de ser de su negocio: la extracción de rentas a través de la especulación inmobiliaria.

Del mismo modo que los sindicatos laborales defienden los derechos de los trabajadores y las trabajadoras ante las presiones de la patronal CEOE, conviene un contrapeso sindical al despliegue organizativo de la patronal inmobiliaria de los últimos años. Identificar la organización y estructuración de los intereses de la patronal inmobiliaria en el mercado de la vivienda y, especialmente, del alquiler, evidencia la necesidad de una organización sindical fuerte que defienda los derechos de los inquilinos y las inquilinas. Hasta 2017, cuando se creó el primer Sindicato de Inquilinas e Inquilinos en Madrid y Barcelona, cualquier arrendatario se enfrentaba, de forma individual, a un mercado de alquiler que, como una fuerza natural e incontrolable, se autorregula y cuyo desarrollo queda a expensas de los ciclos económicos. Ahora, sin embargo, sabemos quién hay detrás de estas fuerzas naturales que gobiernan el mercado del alquiler, la forma en que se vehiculan y cómo se convierten en grupos de presión.

En definitiva, el mercado del alquiler se ha convertido en un auténtico campo de batalla. Con una patronal inmobiliaria afianzada en bloque para impedir que el control de los alquileres entre en la futura Ley de Vivienda, solo queda el contrapoder de la gente organizada en el movimiento por la vivienda –en los Sindicatos de Inquilinas e Inquilinos y la PAH– para asegurar que el Ejecutivo cumpla con su pacto de Gobierno: regular los alquileres de forma efectiva o habilitar a las Comunidades Autónomas para que legislen en materia de vivienda. En septiembre de 2020, el Sindicato de Inquilinas e Inquilinos consiguió que el Parlament de Catalunya aprobara la ley de regulación de precios. Una regulación que, de acuerdo a los últimos datos, ha demostrado ser útil, pues los precios del alquiler han bajado y la firma de contratos no ha dejado de aumentar. Que la regulación de precios que incluya la Ley de Vivienda sea tan eficaz como la regulación existente en Catalunya, dependerá de la fuerza colectiva que sea capaz de organizar el movimiento por la vivienda. Y Pedro Sánchez tendrá que decidir qué es prioritario para su Gobierno: una Ley de Vivienda progresista que proteja a miles de familias con un control de precios efectivo o una Ley subalterna a los intereses de la patronal inmobiliaria.

---------------

Jordi Guzmán es miembro del Sindicato de Inquilinos de Barcelona.

@guzman_jordi

 

Hasta la crisis financiera de 2008, era común relacionar la patronal del negocio inmobiliario con las grandes empresas de la construcción y promoción inmobiliaria: Núñez y Navarro, la Llave de Oro o Vía Célere, entre otras. Agrupadas en influyentes organizaciones regionales como la Asociación de Promotores y...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Autor >

Jordi Guzmán

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí