1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

Patricia Campos / Impulsora de la ONG ‘Goals for Freedom’

“En Uganda quitamos a niñas de la calle, donde las pueden violar o matar. El proyecto salva vidas”

Ricardo Uribarri 25/01/2021

<p>Patricia Campos.</p>

Patricia Campos.

Facebook

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

Combatir la desigualdad y la discriminación a través de una de sus grandes pasiones: el fútbol. Esa tarea es uno de los motores que impulsan la intensa vida de Patricia Campos (Onda, Castellón, 1977), que, entre otras cosas, incluye ser la primera mujer en pilotar un avión a reacción en la Armada y la primera española en entrenar un equipo femenino en Estados Unidos. Su vocación solidaria le llevó en 2015 a Uganda, donde puso en marcha la ONG Goals for Freedom, con la que está ayudando a niños y niñas y a mujeres con VIH a través de iniciativas relacionadas con el balompié. Como en su entorno más cercano también encontró muchas carencias, decidió ampliar su trabajo solidario en Valencia. Una labor que le ha valido que la revista Forbes la haya incluido en su lista de las 100 personas en España que más fortuna procuran a los demás.

Su amor por el deporte, y en concreto por el fútbol, le viene desde muy joven.

Yo recuerdo jugar al fútbol desde siempre. En mi pueblo, en Onda, en 1980, no había equipos de chicas. Fui un poco autodidacta porque no tenía equipos donde jugar. Lo hacía en la calle, con chicos, porque era la única manera de practicar el deporte que me gustaba. Con 13 años, me fui a Castellón a un equipo que se formó y que se llamaba Las Panteras y ahí pude empezar a jugar con otras chicas. En la Universidad creamos un equipo de fútbol sala y llegamos a ser subcampeonas de España. En esa época el Villarreal creó su primer equipo femenino y varias de las que jugábamos nos apuntamos a él, así que fuimos de las fundadoras.

En la Universidad estudió Comunicación Audiovisual, pero decidió presentarse a las oposiciones para ser piloto de aviones de la Armada ¿Por qué?

Yo quería ser futbolista y piloto. Pero poder vivir del fútbol parecía en ese momento una quimera, así que la alternativa era intentar ser piloto. Mi madre me dijo que antes estudiara una carrera por si en el futuro pasaba algo y perdía la licencia. Hay que tener en cuenta que, por el simple hecho de tener azúcar, por ejemplo, tienes que dejar de volar. Como desde los 15 años ya hacía mis crónicas de partidos en varios medios de comunicación, la carrera que más me gustaba era Periodismo. Pero se impartía en una universidad privada y yo soy de familia pobre. Elegí la más próxima que era Audiovisuales en la universidad pública y al terminarla, la Armada sacó unas plazas. La gente me decía que dónde iba, que estaba loca, que era prácticamente imposible y que no había mujeres piloto. Yo creí en mí, que es lo que debemos hacer todos, y tiré hacia delante. Estudiando mucho y superando todas las pruebas pude lograr mi plaza en 2005.

En este país, cuando te enfrentas a la Iglesia, la Familia Real o al Ejército tienes todas las de perder

Al cabo de ocho años decidió dejar el Ejército. ¿Cuál fue el motivo?

En este país, cuando te enfrentas a la Iglesia, la Familia Real o al Ejército tienes todas las de perder, entonces preferí irme. La verdad es que me costó tomar la decisión porque es una oposición muy difícil, sólo había dos plazas y fue una única oportunidad, porque los otros años ya no se convocaron y me lo jugué a una carta. Volé helicópteros, piloté reactores y vi que no era feliz. Pensé que la situación no iba a cambiar porque estaba totalmente sola. Siempre que eres diferente, sea por tu color de piel o por que eres mujer y todos los demás son hombres, vas a destacar. Y tienes que ser perfecta 24 horas al día, los siete días de la semana, todos los meses y todos los años. Eso es muy difícil y pensé que no tenía que aguantar más humillaciones, entre comillas, y lo dejé.

Las circunstancias fueron tan adversas para usted en esa etapa que prefirió esconder su condición de lesbiana.

Fue un mecanismo de autodefensa. Si por ser mujer no tenía el mismo trato que daban a los hombres, si digo eso me habrían fusilado al amanecer. Era una protección que ahora mismo, a mi edad, ya no necesito. En la actualidad hay un movimiento feminista, hay redes sociales…pero en el 2005 estaba sola en el trabajo, con mi forma de ser y no conocía a nadie como yo. Ahora pones un tuit y enseguida hay muchas que te apoyan, pero entonces no existía y era difícil enfrentarte tú sola contra toda una institución. Lo intenté, pero viendo el resultado, decidí irme.

Entonces fue cuando decidió centrarse de nuevo en el fútbol, pero probando suerte a muchos kilómetros de su casa.

En España también era muy difícil hace años que una mujer pudiera ejercer de entrenadora de un equipo y para poder vivir del fútbol tenía dos posibilidades: Asia y Estados Unidos. Por idioma y por cultura elegí la opción americana. Me fui a California, me preparé y me saqué la licencia. En apenas dos semanas me salió la opción de entrenar a un equipo de Carlsbad, una ciudad del estado de San Diego, el Carlsbad Wave. Me presenté a la prueba con otros chicos y conseguí la plaza. Al segundo año de estar allí se unió a otro equipo y surgió el Carlsbad United, en el que también estuve. Después tuve la oportunidad de entrenar en Honolulu, en Hawai, y allí estuve conociendo su cultura y el fútbol femenino hasta 2018.

Entre medias se produjo su primer viaje a Uganda. ¿Cómo surgió la idea?

Yo siempre he hecho voluntariado y quería realizarlo en un país donde no tuvieran las necesidades básicas cubiertas. Y pensé en Uganda, donde a la mujer no le dejaban hacer deporte y no podía estudiar. Así que cogí unas botas y un balón y allí me fui yo sola en 2015, algo que no recomiendo porque es peligroso, pero que volvería a hacer. Me metí en una escuela, donde conocí a una persona súper maja que ahora es mi amigo. Suelo ir dos veces al año, normalmente en diciembre y en mayo, y me quedo dos meses. Está en Kajjansi, no muy lejos de la capital, Kampala. Al principio pasé miedo, porque no entendían que una mujer pueda jugar al fútbol y había desconfianza y miradas que intimidaban. Ahora ya la cosa ha cambiado porque me conocen. El estar con ellos me llena de felicidad. Cuando tú ves que estás haciendo feliz a alguien a ti te crea también esa felicidad. Es algo muy chulo. En el fondo es egoísta el ir allí. Es por mí. No por ellos. Es porque me hace muy feliz.

Esa labor de ayuda la empezó usted sola, pero en 2018 decidió crear Goals for Freedom.

Yo vi que el fútbol tenía un gran poder transformador y que eso podía alcanzar mucha dimensión, pero que sola no podía, y por eso necesité la ayuda de más gente y crear una ONG. Ahora trabajamos con niñas y niñas de la escuela Hill Land Primary School, donde se han formado equipos para menores de 14 años, y con mujeres portadoras de VIH en la Hope House Foundation, en la que hemos creado un equipo femenino con jugadoras desde los 13 a los 67 años. Allí conocí a mujeres con pocas ilusiones, con pocas ganas, tristes. En un primer momento ellas no querían jugar, porque nadie las había invitado nunca a hacerlo. Me costó mucho convencerlas a ellas y a sus familias para que las dejaran. Al principio se quedaban todas en defensa juntitas y yo las animaba a ir al ataque y a marcar goles. Cuando marcan uno se ponen contentas, las felicitan todas sus compañeras, se sienten importantes. Al final, lo que transmitimos con el fútbol son conocimientos, que cojan confianza, que tengan respeto por sus compañeras. También hacemos partidos mixtos para que los varones respeten a las mujeres y a las niñas. Ahora hemos incorporado también el baloncesto. Por las mañanas les doy clases de castellano, de valenciano, algo de geografía, les hablo de nuestra cultura, y por la tarde hacemos deporte. Somos una ONG pequeña, de apenas siete personas, pero hemos podido escolarizar ya a cuatro niñas, algo muy importante para que puedan salir del círculo de la pobreza y aunque el tema de la covid nos ha frenado un poco, les mandamos dinero para que compren judías y arroz.

Campos con un equipo de Goals for Freedom.

¿De dónde le viene su vocación solidaria?

Mi madre ya estaba en una ONG de Onda que se llama ‘Rompamos barreras’ y con ella iba algunas veces a ayudar. Si me remonto a más atrás, mi abuela fue la que fundó Cáritas, sin que se llamara así, en Onda. Si eras pobre en mi pueblo y necesitabas una nevera o un colchón, ella iba a las familias más ricas a pedirles el material que hiciera falta. En Onda hicieron un embalse, que lo construyeron los presos y algunos se quedaban a dormir en casa de mi abuela. Ofrecía todo lo que tenía.

¿En Uganda ha encontrado algo de apoyo por parte de las autoridades?

En el país hay una dictadura encubierta. El actual presidente, Yoweri Museveni, que acaba de ganar las elecciones (con acusaciones de fraude), lleva en el poder desde hace 35 años. Muchos opositores a él han desaparecido o aparecido muertos. En teoría no puedes estar en el poder si tienes más de 70 años y él tiene ya 75, pero falsifica documentos. En el país no hay una empresa de transporte pública, es muy difícil viajar a los sitios porque quitó los autobuses y los trenes, no quiere internet… Si él se entera de que estamos haciendo cosas por ahí no le gustará, pero somos pequeñitos y a lo mejor ni lo sabe. Si tuviéramos poder seguro que le molestaría, porque sería como hacer sombra a lo que hace. Así que de ayuda nada.

Tenemos donaciones pequeñas, uno te manda dos euros, otra 10, otro 15…

¿Qué más le gustaría hacer en Uganda?

Me gustaría hacer un complejo deportivo, aunque fuera humilde, un campo de fútbol de tierra, una pista para correr, una cancha de baloncesto, una pista de vóley y unas aulas para que pudieran estudiar. Sé que cuesta mucho dinero y hace falta mucha logística, pero bueno, con ilusión se consiguen las cosas.

¿Cómo logran los fondos necesarios para realizar su tarea?

Hasta que monté la ONG era yo la que me lo pagaba todo y ahora los viajes lo pagamos entre todos los que la formamos. Tenemos donaciones pequeñas, uno te manda dos euros, otra 10, otro 15… Esperemos que teniendo mayor visibilidad encontremos a gente que se anime y nos ayude en la tarea.

En 2018 decidió trasladar la labor solidaria de Goals for Freedom a Valencia. ¿Por qué?

Como vi la felicidad que dábamos con el fútbol a las mujeres en Uganda, pensé que, en mi zona, en Valencia, también hay mujeres que necesitan cariño. Hablé con el Ayuntamiento y nos dejaron un campo de fútbol 7 que hay en el cauce del río Turia y ahí hacemos los lunes, miércoles y viernes (ahora no, por la covid) unas pachangas con personas víctimas de violencia de género, personas migrantes y personas con enfermedad mental. Se trata de pasar un buen rato, de hacer deporte, de sentirse bien, de hacer actividades distintas a las que proponen las instituciones y olvidar durante un rato los problemas que cada uno tenemos. Algunos me dicen, ‘nunca he jugado al fútbol, pero que bien me lo paso’. Nos tratamos todos con cariño y con respeto. También vamos dos veces al año a la cárcel de Picassent a jugar con las mujeres, y así conocemos sus experiencias y nos damos cuenta de que son seres humanos como nosotros.

¿Qué se siente al ver que Forbes la incluye en la lista de las 100 personas que más riqueza procura a los demás?

Al principio, cuando me mandaron algunos links con la noticia, no le di mucha importancia porque no es una publicación que yo vea, me queda muy distante, pero la gente me decía que era muy importante y ya recapacité y pensé que era verdad. Me alegro que Forbes, a pesar de la revista que es, se fije por primera vez en gente como nosotros, que no somos ricos pero que sí lo somos repartiendo felicidad. Estoy agradecida, porque espero que así la gente nos vea y nos pueda ayudar. Todo lo que sea dar visibilidad es bueno. Si no te conocen no te pueden ayudar. Soy muy afortunada en mi vida, soy feliz y tengo más cosas de las que necesito y lo que quiero ahora es que la gente conozca la ONG, que es lo más importante. Ya no sólo se trata de hacer deporte, sino de salvar vidas. Todas estas niñas que pasan tiempo con nosotros son niñas que las quitamos de la calle, que las pueden violar o matar. Es un proyecto importante porque salva vidas.

Además de ser comentarista deportiva en distintos medios, también da charlas y coloquios en distintos foros, entre ellos colegios e institutos. ¿Qué consejo suele dar?

Hace unos meses, en una charla en un instituto, una niña de 16 años me dijo, ‘¿yo también puedo ser piloto?’ Y pensé, que lo diga una señora de 80 años, que ha vivido otra época, pero tú, con tu edad, cómo puedes preguntar eso. Date cuenta de cómo hay que cambiar la educación para que todas las mujeres nos sintamos capaces de hacer lo que queramos. O también he oído, ‘mira una mujer disfrazada de piloto’, y no, no está disfrazada, es una mujer piloto. Hay que cambiar muchas cosas para que las mujeres jóvenes se den cuenta de que pueden hacer lo que quieran.

Entiendo que sigue considerando muy necesario ejercer el feminismo.

El feminismo y la educación son fundamentales. El cómo eduquemos a nuestros hijos y lo que se oiga en nuestras casas. Es importantísimo porque, por ejemplo, en Uganda, cuando yo conocí a estas mujeres, ellas se sentían que no valían para nada, porque así se lo habían dicho durante muchos años. Y yo les decía que estaban equivocadas. Yo soy mujer y nosotras valemos para muchas cosas. Si tu machacas mucho a una persona, diciéndole ‘tú enfermera, tú bombero no’, al final esa niña se lo va a creer. Esa niña está recibiendo influencias del colegio, influencias de que dicen que ‘María limpia la casa y Juan es arquitecto’, son cositas, gotitas en la publicidad, donde nos movemos todos siempre, que al final se meten en la cabeza de las niñas, como diciéndoles, ‘tu función es casarte, tener hijos y ser enfermera’, por ejemplo. Son pequeños detalles que te van diciendo el camino que tienes que seguir. Por eso, las que no lo seguimos no gustamos en un ambiente que no nos corresponde. Yo estaba en la Armada y parecía que le estaba quitando la plaza a un hombre y yo no he quitado nada a nadie, yo he sacado una oposición. Por eso digo que la educación es lo más importante que podemos dar.

¿En qué ambiente se ha encontrado más casos de machismo? ¿En el deporte, en el ejército, en sus acciones solidarias…?

Es difícil elegir, porque en el fútbol, ¿cuántas comentaristas conoces? Como el fútbol y el ejército son tan masculinos, por lo que yo he vivido diría que son iguales en ese aspecto. En África ya es más violencia, más humillación. Machismo hay en todos los países y en todos los estamentos, pero sí más brutal y violento en África, mientras que está más encubierto en las instituciones más importantes, pero también existe.

En su vida ha cumplido ya muchos sueños, pero ¿cuál le queda por realizar?

Me quedan un montón. El complejo deportivo en Uganda es un súper sueño que me gustaría hacer algún día. Sería darles un poco de seguridad a todas estas niñas y mujeres que lo pasan tan mal. Y si pudiera multiplicarme por cuatro, hacer un Goals for Freedom en cada país que lo necesite en este mundo.

 

Combatir la desigualdad y la discriminación a través de una de sus grandes pasiones: el fútbol. Esa tarea es uno de los motores que impulsan la intensa vida de Patricia Campos (Onda, Castellón, 1977), que, entre otras cosas, incluye ser la primera mujer en pilotar un avión a reacción en la Armada y la primera...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Autor >

Ricardo Uribarri

Periodista. Empezó a cubrir la información del Atleti hace más de 20 años y ha pasado por medios como Claro, Radio 16, Época, Vía Digital, Marca y Bez. Actualmente colabora con XL Semanal y se quita el mono de micrófono en Onda Madrid.

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí