1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

Arantxa Aguirre / Cineasta

“El arte permite curar la herida que deja la fractura entre realidad y deseo”

Ritama Muñoz-Rojas 17/11/2020

<p>Arantxa Aguirre.</p>

Arantxa Aguirre.

cedida por la entrevistada

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

Estamos terminando la década de los setenta. Una niña encaramada frente a un mostrador y a una funcionaria que no da crédito. El preceptivo formulario a entregar es una verdadera chapuza con dos letras, una te y una zeta, emborronadas o medio tachadas, en plan “a ver si cuela”. Y la niña, casi de puntillas, aguanta y pelea, y pelea, y forma una cola de gente esperando en una comisaría de policía, hasta que por fin sale con su nuevo DNI en el que su nombre está escrito con una te y una equis.

La pandemia ha golpeado duro a CTXT. Si puedes, haz una donación aquí o suscríbete aquí

Con el paso de los años, Arantxa Aguirre (Madrid, 1965) se ha ido siempre marcando retos igual de complicados. Ahora está en colocar películas que giran en torno a la cultura, a los clásicos de la cultura, en el difícil circuito de las salas, compitiendo con el cine comercial. Y sí, ha logrado el milagro de mantener en cartelera cintas como Dancing Beethoven o El Amor y la muerte (basada en la vida del compositor Enrique Granados) codo con codo con películas taquilleras. Doctora en Filología, con una tesis sobre la relación entre Galdós y Buñuel, abandonó la vida académica para convertirse en cineasta.

En este campo ha trabajado con muchos de los grandes de este país: Mario CamusPedro AlmodóvarCarlos Saura o Luis García Berlanga. Poco a poco, va perfilando su trayectoria y ahora se dedica a rodar documentales relacionados con el arte. Para muchos es la mejor grabando danza; desde hace diez años trabaja con el Ballet Béjart Lausanne. Hace unos días, presentó su último trabajo, Zurbarán y sus doce hijos, en la Seminci de Valladolid. Minutos y más minutos de aplausos. Además, ha conseguido que esté en la cartelera madrileña. Algo realmente inusual. La película basada en un episodio de la vida del pintor clausura el Festival de Cine Inédito de Mérida y ya tiene el premio Miradas de esa cita.

Aguirre ha cosechado a lo largo de su carrera galadornes y reconocimientos que no vale la pena enumerar aquí, porque están al alcance de cualquiera en internet. Sí que importa subrayar que, desde el pasado enero, es miembro electa de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. Una de las pocas mujeres que ha ingresado en esta institución y la más joven.

También cabe destacar que, según ella, de su padre, el director de cine Javier Aguirre, aprendió qué es la elegancia y de su madre, la actriz Enriqueta Carballeira, la valentía. Detrás de cada obra de Aguirre, seguramente esté la disciplina y el amor por la perfección, adquiridos a golpe de plié, demi plié, y tendu, agarrada a una barra, frente a un espejo, en las clases de ballet, desde que era una niña.

Usted estudió ballet, ¿qué ha significado la danza para usted, para su profesión?

Todo lo que haces a fondo te construye como persona. Estudié ballet clásico desde niña hasta los 19 años y ha sido mi primer amor. Recapacitando, lo que supone en mi vida es una enseñanza moral. En esas clases de ballet aprendí que los resultados solo dependen de tu esfuerzo. Y que ese esfuerzo no es exclusivamente físico, sino que se refiere más bien al nivel de concentración que eres capaz de alcanzar y mantener; eso es algo que después he podido aplicar a toda mi vida profesional. Además, el ballet te da también una lección de humildad porque, muy a menudo, hay otros que lo hacen mejor que tú, objetivamente mejor, y tú tienes que reconocerlo y admirarlos. Esa es una muy buena enseñanza para la vida. Y además me ha enseñado otra cosa fundamental: que los logros son algo pasajero; de la misma manera que los consigues, los pierdes si te lo crees demasiado o si te duermes en los laureles o si no sigues trabajando. La batalla continúa mientras estás viva. Y, desde mis primeras clases, siendo una niña, le encontré el gusto y la belleza a esa batalla contra ti misma para ser mejor, esa idea de una lucha que no es contra los demás sino contra ti misma, tal como dicen los versos de Machado: “No extrañéis, dulces amigos, que esté mi frente arrugada. Yo vivo en paz con los hombres y en guerra con mis entrañas”. Todo eso lo aprendí muy pronto gracias al ballet.

Explíquenos su idea de que la cultura es un arma de construcción masiva.

Una de las cosas que nos permite la cultura es aprovecharnos de lo que nuestros antecesores han hecho, porque ya ha pasado por el tamiz del paso del tiempo, y nos hemos quedado con la espuma, lo más interesante, lo más útil, lo más bello, que nos sirve para seguir adelante. Hay una frase de Newton que dice: “He llegado a ver más lejos porque estoy subido a hombros de gigantes”. Es decir, que es absurdo renunciar al legado de los que han vivido antes que nosotros, lo inteligente es conocerlo y, a partir de ahí, tratar de llegar más lejos, avanzar. Lo que nos permite la cultura es jugar con ventaja, no partir de cero, seguir sumando, construyendo. No podemos permitirnos el lujo de renunciar a ella.

¿Es importante el compromiso social o político para un artista, para las personas que pertenecen a la cultura?

Me parece importante pero no más que para el resto de los ciudadanos. Para mí, el compromiso político no se demuestra tanto firmando manifiestos o asistiendo a manifestaciones, que también, como en el día a día; en cómo tratas a tus compañeros de trabajo, a tu pareja, a tu familia, a los profesores de tus hijos... Yo creo que ahí se hace política, ahí se hace la verdadera política. Lo que ocurre con los artistas es que su trabajo está íntimamente ligado con sus vidas y su manera de entender el mundo. En las artes, sobre todo las que tienen que ver con la narración, como el cine o la literatura, el trabajo va a tener que ver inevitablemente con las convicciones políticas y el compromiso es automático. Decía Godard que, en el momento en que eliges dónde pones la cámara, es decir, cuál es tu punto de vista, ya estás tomando una decisión política. Otra cosa es que, como artista, tu manera de dirigirte a los demás sea más sutil, compleja, irónica o contradictoria que la de un político al uso. Pero, por supuesto, los artistas y su trabajo forman parte de la sociedad y la influyen y la configuran.

Zurbarán ha llegado hasta nosotros porque sigue fresco, cambian las circunstancias, cambia el ropaje, pero el sentimiento, la intensidad, la pasión, la delicadeza, todo eso nos es familiar

¿Cómo explicaría a los que no terminan de entenderlo por qué son importantes el arte y la cultura para las personas y la sociedad?

Lo primero que les diría es que miren hacia dentro. Porque en todos y cada uno de nosotros hay una fractura radical entre la realidad y el deseo. Eso es algo que empezamos a descubrir en la infancia; a la vez que vamos conociendo el mundo, vamos dándonos cuenta de ese desajuste entre la realidad, por un lado, y la fantasía, los sueños, los deseos, por el otro. El arte, precisamente, es lo que permite curar esa herida. Para los griegos, siempre conviene volver a ellos, Apolo era el dios de las artes y también el de la medicina. Ellos ya sabían que las artes tienen esa capacidad curativa. Y eso explica que las artes hayan perdurado desde que el ser humano tiene uso de razón y que nos sean profundamente necesarias.

A lo largo de su carrera como profesional del cine ha mantenido una estrecha relación con grandes nombres de nuestra cultura y de la cultura europea. Beethoven, Maurice Béjart, Buñuel, Galdós, Granados…. Y ahora Zurbarán. ¿Qué le ha aportado su relación con ellos?

Siempre me ha enamorado el talento. Por eso me han atraído esos grandes artistas. Me atrae el misterio del talento. Y, a lo largo de los años, estar cerca de ese misterio me ha enriquecido personalmente. Todos esos artistas que mencionas tienen algo en común, su poderosa reflexión en torno a la condición humana. Me siento muy afortunada por haber podido estudiar en profundidad sus obras. A la vez, creo firmemente que todo privilegio lleva aparejado un deber. En este caso, siento la responsabilidad de transmitir lo que he aprendido, de no guardarlo para mí, sino de hacerlo llegar a otras personas.

De alguna manera su trabajo consiste en crear una obra que acaba siendo una correa de transmisión entre un genio, un artista, y la gente. Zurbarán es un pintor del barroco, al que la mayoría reconocemos por sus frailes y sus claroscuros. ¿Cómo explicar que Zurbarán puede ser moderno o rompedor como un grafitero?

Es que yo no lo veo en absoluto como algo que no se pueda encontrar ahora mismo en la calle. Todo lo contrario. Lo que me impresiona en los cuadros de Zurbarán lo encuentro también a mi alrededor: en una mirada ensimismada, en la intensidad de un gesto... Es más, me ayuda a reconocer lo que tengo cerca. Creo que los clásicos son clásicos porque logran sobrevolar el tiempo. Logran escaparse del pasado y llegar hasta el presente para hacernos preguntas. Zurbarán ha llegado hasta nosotros porque sigue fresco, cambian las circunstancias, cambia el ropaje, pero el sentimiento, la intensidad, la pasión, la delicadeza, todo eso nos es familiar y no ha cambiado ni un ápice. Y por supuesto, me encuentro a mí misma, porque el arte tiene esa cualidad de espejo que te hace reconocerte y conectar con tu realidad más inmediata. Es ese misterio que todos hemos experimentado alguna vez cuando, por ejemplo, leemos un pasaje de un autor de otro país o de otra época y, sin embargo, nos sentimos totalmente identificados con lo que cuenta. Los artistas son siempre correas de transmisión.

Las salas de cine, que son el modelo que hemos conocido, corren el peligro de desaparecer para siempre

Casi todos los trabajos que ha hecho en cine son películas documentales a las que se denomina de no ficción. ¿Tiene mucha importancia la separación entre ficción y no ficción?

Yo creo que no importa nada porque en realidad todo es ficción. Desde el momento en que escoges un lugar para poner la cámara, ya estás seleccionando qué parte de la realidad vas a retratar y qué otra parte estás dejando fuera de cuadro. Más adelante, en el montaje, tu intervención sobre la realidad es absoluta. Estás configurando una nueva realidad, es decir, una ficción. Lo que pasa es que el documental tiene materiales distintos de los que maneja la ficción convencional. No trabajas con actores que se hayan aprendido un papel; trabajas con personajes reales, pero el guion lo vas a construir en el montaje seleccionando y organizando lo que han dicho. El documental construye una historia igual que lo hace la ficción, aunque para ello emplee materiales y procedimientos diferentes.

Estamos atravesando una gravísima crisis económica y también sanitaria, ¿cómo debería reaccionar el mundo de la cultura ante este reto que tenemos por delante?

No lo sé. Imagino que casi lo único que podemos hacer es intentar ser el doble de creativos y de flexibles. Por supuesto que la situación me preocupa porque, hablando de mi terreno, las salas de cine, que son el modelo que hemos conocido, con el que nos hemos desarrollado como personas, corren el peligro de desaparecer para siempre. Eso duele. Pero quiero ser optimista. En general, quién sabe si lo que va a venir será mejor o, al menos, tendrá sus ventajas. Yo confío en las personas. Confío en la juventud porque, además, tienen a su alcance nuestros propios errores y confío en que sepan interpretarlos y utilizarlos para mejorar. Al fin y al cabo, ese es el sentido de los errores: servir de aviso para navegantes y ayudarnos a hacerlo mejor. Espero que sepamos salir de esta. A lo largo de la historia, ya se ha salido otras veces de situaciones gravísimas y aberrantes. De momento, hay que seguir trabajando y hacerlo mejor que nunca para no perder la conexión con los espectadores, que son nuestra razón de ser. 

En poco tiempo va a leer su discurso de ingreso como académica de número en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. ¿Qué  puede aportar la academia en estos momentos, una institución vetusta para muchos, y qué puede aportar usted?

En el mundo de hoy, y pensando en las instituciones que nos rodean, lo primero que tengo que decir es que la Academia de Bellas Artes me despierta mucha simpatía, porque su origen tiene que ver con un momento de la historia europea, el Siglo de las Luces, en el que se quiso mejorar la sociedad a través del conocimiento y la cultura. Ese origen ya la convierte en una institución muy atractiva a mis ojos y creo que, hoy más que nunca, ese legado es necesario y está lleno de posibilidades. Se trata de una tradición que, como sociedad, no nos podemos permitir el lujo de perder. Por mi parte, intentaré ser un miembro útil; la utilidad es una cualidad que no suena muy excelsa, pero que a mí me parece clave en la vida y en el mundo.

La pandemia ha golpeado duro a CTXT. Si puedes, haz una donación aquí o suscríbete aquí

Estamos terminando la década de los setenta. Una niña encaramada frente a un mostrador y a una funcionaria que no da crédito. El preceptivo formulario a entregar es una verdadera chapuza con dos letras, una te y una zeta, emborronadas o medio tachadas, en plan “a ver si cuela”. Y la niña, casi de puntillas,...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Autora >

Ritama Muñoz-Rojas

Periodista y licenciada en Derecho. Autora de 'Poco a poco os hablaré de todo. Historia del exilio en Nueva York de la familia De los Ríos Giner, Urruti'.

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí