
Dibujo del circo de Nerón (1699).
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El obelisco de la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, es una silueta conocida. Lo que quizás es menos sabido es que, en efecto, es egipcio. Era ya una antigüedad inmemorial, imposible de recordar, cuando Octavio lo traslado de Heliópolis a Alejandría. Dos césares después, Calígula lo llevó a Roma. Ese objeto singular fue su juguete, el centro de su Circo Gaio, ubicado en el actual Vaticano. Más conocido como Circo de Nerón, fue en breve el epicentro de las matanzas de cristianos en Roma. Junto a ese monumento murieron centenares de ellos. San Pedro, se dice, murió crucificado a su mismísimo lado. La importancia y simbolismo del monumento fue tal que próximo a él Constantino construyó la primera basílica del Vaticano. Grandiosa, descomunal, la prueba visual de que el cristianismo era la religión del Estado. Si el Vaticano está en el Vaticano y es el Vaticano es, precisamente, por esa piedra tallada, tal vez dedicada, en su día, al dios Sol. Cuando el papa Sixto V reformó, en el siglo XVI, las inmediaciones de la nueva basílica del Vaticano, la que conocemos, simplemente movió esa roca hasta su posición actual, en el centro de la plaza, que pasó a ser el centro del dolor por tanta muerte. En la actualidad no existe memoria de la importancia y de la historia de esa piedra fundacional. De hecho, en el siglo XIX, se utilizó para que ejerciera de reloj de sol. Es decir, pasó a ser otro tipo de objeto. Es lo que le sucede a los objetos cuando se olvidan. Cambian de función, o dejan de tenerla. Sencillamente están ahí, sin que nadie los vea. Olvidar un objeto que fue el centro del mundo explica que es imposible, por tanto, recordar siempre y constantemente. Que la memoria tiene olvido. La memoria tiene, pues, algo de imposible. Puedes transportar un tiempo una roca pesada y dolorosa en tu pecho o en tu cráneo. Pero no todo el tiempo. Es un imposible recordar sin olvidarlo, sin que todo acabe siendo apenas una silueta conocida.
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Guillem Martínez
Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo) y de 'Caja de brujas', de la misma colección. Su último libro es 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama).
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