Leones españoles: el himno que Franco silenció
La letra no tenía connotaciones políticas. Su única motivación era la de ensalzar y rendir homenaje a un equipo que venía de sufrir una dolorosa eliminación en el Mundial de Italia, de 1934
Ricardo Uribarri 1/05/2019

Los leones rojos.
cedida por Jesús HurtadoEn CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí
CTXT se financia en un 40% con aportaciones de sus suscriptoras y suscriptores. Esas contribuciones nos permiten no depender de la publicidad, y blindar nuestra independencia. Y así, la gente que no puede pagar puede leer la revista en abierto. Si puedes permitirte aportar 50 euros anuales, pincha en agora.ctxt.es. Gracias.
La letra no tenía connotaciones políticas. Su única motivación era la de ensalzar y rendir homenaje a un equipo que venía de sufrir una dolorosa eliminación en el Mundial de Italia, de 1934, por una polémica actuación arbitral ante los anfitriones. Pero su título, “los leones rojos”, fue motivo más que suficiente para que el himno compuesto en aquel momento para la selección española apenas tuviera recorrido. Sólo llegó a sonar en tres partidos. Con la llegada de Franco al poder fue vetado y eliminado del registro. Como si no hubiera existido. Sólo una casualidad permitió recuperarlo y difundirlo más de 70 años después.
Conviene retroceder en el tiempo y explicar algunas circunstancias para entender el nombre de la composición musical. El equipo nacional de fútbol se creó para disputar los Juegos Olímpicos de Amberes, en 1920. Desde su primer partido el color de la camiseta fue rojo, en homenaje a la bandera, variando el pantalón entre el blanco y el azul. El escudo que figuró en aquella primera elástica fue un león, tradicional símbolo de Bélgica, de color amarillo. Una decisión que tomó el entonces presidente del Comité Olímpico Español, Gonzalo de Figueroa y Torres, Marqués de Villamejor. ¿A qué se debió? Según el historiador Fernando Arrechea fue un guiño a la historia y al Rey Alfonso XIII, debido a que en el escudo personal del monarca aparecía un león rampante en amarillo en su condición de duque de Brabante, a cuyo ducado, que fue posesión de España hasta el siglo XVII, pertenecía precisamente Amberes.
Tuvieron que pasar 14 años para que España debutara en un Mundial, el de Italia 1934, tras rechazar la invitación para acudir a la primera edición del evento, celebrada en Uruguay. El equipo, en el que militaban jugadores míticos como Zamora, Quincoces, Ciriaco, Gorostiza y Lángara, logró eliminar en primera ronda a Brasil. En cuartos de final le tocó enfrentarse al organizador, Italia. El partido acabó con 1-1 después de una prórroga y fue necesario disputar un encuentro de desempate al día siguiente en el que no pudieron jugar siete de los titulares habituales españoles, entre ellos el guardameta Zamora, que tenía dos costillas rotas, debido a la dureza de los transalpinos. En ese segundo choque cayeron lesionados cuatro jugadores más y España vio como le anulaban dos goles mientras que a Italia se le concedía uno, que fue el de la victoria, tras una falta al portero. El partido, conocido como La batalla de Florencia, fue el último que pitó el árbitro suizo Rene Mercet, ya que fue expulsado tanto por la FIFA como por su federación. La indignación fue tan grande que a su vuelta a España se organizó una colecta popular impulsada por el periódico La Voz para comprar 20 medallas de oro a los jugadores. En pocos días se recaudaron más de 15.000 pesetas.
En ese contexto de reconocimiento y exaltación a los componentes de la selección es cuando la editora La Voz de su Amo decide componer un himno al combinado nacional que llevaría por nombre Los leones rojos, en referencia al primer escudo de la selección y en homenaje al carácter competitivo que habían mostrado los jugadores. La palabra rojos no tenía que ver con ninguna tendencia política sino que hacía alusión al color de la camiseta. La música fue compuesta por Francisco Gravina y la letra fue obra de Ramos de Castro y González Tablas. Como intérprete fue elegido el barítono Pablo Hertogs que ya había trabajado con la compañía y que era muy popular en ese momento. Poco después estrenaría la famosa película El gato montés (1935) con la que luego se convertiría en su esposa, María del Pilar Lebrón. La grabación, que se realizó bajo la dirección musical de Pascual Godés, tuvo lugar en Barcelona.
La letra decía lo siguiente: “Rojos leones ardientes de legendaria fiereza, / los de jugadas valientes, / los de la franca entereza: / aunque a vuestro paso ladre la impotencia del felón, España, como una madre, / os besa en el corazón / y cuando os tiende los ojos, / lanza este grito triunfal: / viva mis leones rojos / del equipo nacional. / Leones españoles, vibrantes como acero templado por las aguas del Tajo, del Nervión, a fuerza de entusiasmo, se impone al mundo entero / la indómita bravura / de vuestro corazón. / Seguid siempre adelante, / que España os acompaña. / No tuerzan vuestro rumbo / la farsa ni el baldón. / Tan limpio es vuestro juego / como el blasón de España. / Leones españoles, avanti y al balón”.
Los leones rojos tuvieron una vida muy corta. Apenas llegó a sonar en los espacios previos y en los descansos de las retransmisiones radiofónicas de tres partidos de España en emisoras de Barcelona y Zaragoza. Uno fue el que jugó ante Suiza en Berna, en mayo de 1936, otro ante Alemania y un tercero en Vigo (en medio ya de la contienda) en noviembre de 1937 frente a Portugal en un encuentro, paradojas de la vida, impulsado por Franco. Una vez finalizada la guerra, el himno desapareció. Fue censurado y nunca más se volvió a escuchar. La palabra rojos lo condenó.
Muchas décadas después, el periodista y coleccionista deportivo Jesús Hurtado encontró un anuncio en un portal de internet que decía “se vende canción de fútbol en disco de pizarra”. Pese a desconocer de qué canción se trataba y de no disponer en ese momento del aparato adecuado para su reproducción, se decidió a comprarlo “por un precio muy económico ya que pagué siete euros por él más el envío certificado. En total fueron unos 13 o 14 euros”. Cuando lo recibió en su casa se llevó una sorpresa. La cara A era Los leones rojos. Himno dedicado al equipo Nacional de Fútbol. En la cara B figuraba el pasodoble Hoy torea Marcial. Hasta que encontró una gramola y la compró pasaron cuatro meses. “Me la jugué porque el reproductor me costó más de 100 euros y no sabía si el disco iba a funcionar. Pero sonaba fenomenal. Me lo puse siete u ocho veces seguidas pensando la suerte que había tenido”.
Hurtado se puso a investigar y no encontró referencias oficiales de la grabación en ningún lado. “Todos estos discos tienen un sello con una numeración de la Sociedad General de Autores (SGAE). A pesar de que el disco tiene su sello no figura en el registro de la SGAE. Tampoco está en el catálogo de La Voz de su Amo. Por eso yo digo que es el himno silenciado. Tuvieron el craso error de llamarlo de esa manera”.
Al mismo tiempo indagó en la historia de Pablo Hertogs. “Por grabar el himno le tacharon de mal patriota y le dieron muy pocas posibilidades de actuar en España. Se marchó a Argentina donde trabajó una temporada y posteriormente se desplazó a Uruguay, donde se volvió a casar, teniendo cinco hijos. Tuvo una afección cardiaca con apenas 38 años que le obligó a dejar su carrera”. Hurtado encontró algunos familiares del intérprete en España. “Ellos no sabían nada del himno. Conocían que había grabado canciones pero nada más. Se creían que había grabado el himno del Barcelona porque les sonaba algo de un himno de Barcelona pero la realidad es que había grabado Los leones rojos en Barcelona”.
La desaparición de aquel himno no fue la única consecuencia que sufrió la selección finalizada la guerra civil española. España empezó a jugar con camiseta azul y hasta 1947 no recuperaría el rojo. El escudo pasó a ser el águila bicéfala, el doctor vitoriano Amadeo García de Salazar dejó de ser el seleccionador nacional y varios jugadores acabaron en el exilio. Fue el final de Los leones rojos.
CTXT se financia en un 40% con aportaciones de sus suscriptoras y suscriptores. Esas contribuciones nos permiten no depender de la publicidad, y blindar nuestra independencia. Y así, la gente que no puede pagar...
Autor >
Ricardo Uribarri
Periodista. Empezó a cubrir la información del Atleti hace más de 20 años y ha pasado por medios como Claro, Radio 16, Época, Vía Digital, Marca y Bez. Actualmente colabora con XL Semanal y se quita el mono de micrófono en Onda Madrid.
Suscríbete a CTXT
Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias
Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí