1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

IMPERIOS COMBATIENTES

El “candidato siberiano” y sus motivos

El informe del fiscal Mueller convierte en estropicio el Russiagate con el que nos han estado alimentando informativamente nuestros medios de comunicación. ¿Cómo se explica este carnaval?

Rafael Poch 27/03/2019

<p>Vladimir Putin durante una entrevista concedida a FOX News, el 16 de julio de 2018.</p>

Vladimir Putin durante una entrevista concedida a FOX News, el 16 de julio de 2018.

Presidencia de Rusia

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

¡Hola! El proceso al procés arranca en el Supremo y CTXT tira la casa through the window. El relator Guillem Martínez se desplaza tres meses a vivir a Madrid. ¿Nos ayudas a sufragar sus largas y merecidas noches de fiesta? Pincha ahí: agora.ctxt.es/donaciones

Durante dos años los mayores consorcios mediáticos de Estados Unidos tuvieron un solo tema, el llamado Russiagate: la pretensión de que Donald Trump ganó las presidenciales de 2016 gracias a la injerencia de Rusia en ellas. A lo largo de un año, Washington PostNew York Times, CNN y MSNBC dedicaron a ese asunto 8.507 artículos –casi 30 por día– e innumerables programas y emisiones. Ahora el informe del fiscal Mueller (19 abogados, 40 agentes del FBI, requisitorias a 2.800 agentes secretos y expertos, 500 registros, 230 escuchas telefónicas, 500 testigos…) desnuda como vulgar patraña toda esa campaña que ha sido incapaz de presentar pruebas ni generar una sola acusación solvente.

Por razones históricas, mi confianza en la justicia de Estados Unidos en asuntos de Estado es más bien limitada. Ahí están los casos JFK y Robert Kennedy, Martin Luther King o Malcom X, entre otros, pero el informe de Mueller impacta en la línea de flotación de todo eso que nos han ido contando desde esos respetables medios y desde sus patéticos repetidores europeos. 

La simple realidad es que la injerencia rusa en las elecciones de Estados Unidos, así como todo el arsenal conceptual que introdujo con las llamadas fake news, es la segunda mayor noticia falsa de lo que llevamos de siglo. La primera fue la de las armas de destrucción masiva de Sadam Hussein. 

El Kremlin siempre ha preferido administraciones republicanas que demócratas en Washington. Los motivos de ello son claros. Es tan obvio que Moscú prefería a Trump que a la señora Clinton y actuó en consecuencia, como que Sadam Hussein era un dictador criminal. Sin embargo Sadam no tenía armas de destrucción masiva y Trump no logró la presidencia gracias a Rusia.  

La capacidad de Rusia por influir en la política interna de Estados Unidos es muy limitada y va claramente por detrás de la de otros países como Israel, Arabia Saudí, Qatar, Oman, etc., que dedican ingentes sumas de dinero e influencias para captar a nichos enteros del electorado, influir en los laboratorios de ideas que patrocinan, etc. Todo eso es conocido y está probado. 

Otra obviedad es que todas las potencias intervienen, o intentan intervenir, en la vida interna de las demás, pero ninguna de ellas ha logrado nunca acercarse al nivel de injerencia de Estados Unidos: más de 40 cambios de régimen o intervenciones militares en países desde la Segunda Guerra Mundial y una influencia cultural y propagandística global sin parangón.

Rusia 1996: el candidato de ultramar

Los rusos saben muy bien lo que es la injerencia exterior en una campaña electoral. En los años noventa funcionarios americanos redactaron decretos (en materia de privatización) y determinaron elecciones de verdad, impidiendo una victoria comunista en las presidenciales de 1996. No es necesaria ninguna investigación especial de aquella injerencia porque fue pública y abierta: Estados Unidos quería que aquellas elecciones las ganara Boris Yeltsin, cuyo nivel de aprobación entre los rusos era del 6%, y se volcó en ello usando todos sus recursos e influencias. 

La capacidad de Rusia por influir en la política interna de Estados Unidos es muy limitada y va claramente por detrás de la de otros países

En vísperas de las elecciones hubo un crédito de 10.000 millones de dólares del FMI, una prórroga de veinticinco años del Club de París para la devolución de 40.000 millones de dólares de la deuda rusa, un préstamo de 200 millones de dólares del Banco Mundial para servicios sociales, declaraciones de apoyo de Bill Clinton, Helmuth Kohl, Alain Juppé y otros al candidato Yeltsin. También hubo un desembarco masivo de  asesores y expertos americanos en manipulación de la opinión pública (lo que se conoce como PR), que diseñaron una campaña perfecta. No fue muy difícil, porque los medios de comunicación trabajaban exclusivamente para el candidato Yeltsin, cuyo cuadro constitucional presidencialista (hoy vigente) era resultado de un golpe de Estado con cañoneo del primer parlamento enteramente electo por sufragio universal de la historia rusa, en octubre de 1993, hecho que fue presentado en Occidente como “La hora estelar de la democracia en Rusia” (título de la editorial del Frankfürter Allgemeine Zeitung, principal diario del establishment alemán, aquellos días). Y pese a todo ello, no está claro que al final no hubiera manipulación de los resultados electorales… Obviamente, nada de este género, ni lejanamente emparentado con ello, ha ocurrido nunca en Estados Unidos. 

Cuatro motivos

Y, sin embargo, el hecho es que hemos vivido durante casi dos años bajo el bombardeo continuo de toda esta falsedad que ha alentado una histérica campaña rusófoba sin precedentes ni miedo al ridículo. Recordemos las falsedades periféricas que se han generado a partir de aquella segunda noticia falsa del siglo: la injerencia rusa en las elecciones europeas (tesis públicamente sostenida por la Canciller Merkel y el Presidente Macron), la mano rusa en el brexit, en el movimiento de los gillet jaunes (tesis esgrimida por Macron), y hasta en el grotesco procés de los nacionalistas catalanes…

No hay duda de que Putin prefería a Trump que a Hillary. Tampoco la hay de que a Moscú le interesa una Unión Europea debilitada

No hay duda de que Putin prefería a Trump que a Hillary. Tampoco la hay de que a Moscú le interesa una Unión Europea debilitada. Después de treinta años de ignorar los intereses nacionales de Rusia, de expulsarla de la seguridad continental vulnerando los acuerdos de la guerra fría, de anular todos los acuerdos de desarme, de colocar  recursos militares en sus fronteras y de promocionar “revoluciones” y cambios de régimen en su entorno, ¿esperan que Rusia tenga buenos sentimientos hacia ellos? Naturalmente que no los tiene y que en la medida de lo posible emprende las correspondientes políticas y respuestas. Todo esto es de una obviedad pueril. Pero entonces, ¿cuáles son los motivos de la leyenda del candidato siberiano (Paul Krugman dixit en el NYT del 22 de julio de 2016) y de toda la histeria macartista que le ha seguido. A mí se me ocurren cuatro motivos: 

1-Un recurso de cohesión y ajuste de cuentas interno.

En Estados Unidos el establishment está dividido respecto a las correcciones y enmiendas en la agenda de dominio mundial de su potencia hegemónica; la enmienda a la globalización, con introducción de mayores dosis de proteccionismo y la identificación del enemigo principal (Rusia o China) hacia el que concentrar el grueso de la artillería.

En Europa, la UE está en un proceso de desintegración como consecuencia de sus contradicciones internas, derivadas sobre todo del torpe liderazgo del nacionalismo exportador alemán. 

Tanto en Estados Unidos, donde la histeria macartista se usa en el ajuste de cuentas interno entre fracciones, como en la UE en donde es factor de cohesión, la histeria antirrusa es funcional. Cuando un sistema se encuentra en crisis, su potencia tiende a ir a menos y sus élites están divididas con respecto a los objetivos fundamentales de su política, la necesidad de enemigos es importante y funcional porque permite dirigir la tensión interior hacia el exterior.

2- Un capítulo específico de la tensión de Occidente con los BRICs.

la simple realidad es que la recuperación de Rusia como factor internacional no es aceptada en Occidente

La tensión entre las potencias occidentales y los países emergentes es lo que domina hoy el tablero geopolítico. Rusia puede ser considerada “potencia emergente” si atendemos al hecho de su recuperación y relativo fortalecimiento tras la degradación de los años noventa, cuando su casta dirigente se dedicó a llenarse los bolsillos y a reconvertirse en clase propietaria. Pasado aquello, la simple realidad es que la recuperación de Rusia como factor internacional no es aceptada en Occidente. Esa actitud se ha convertido en abierta agresividad a partir del momento en el que Moscú comienza a  reaccionar activamente, es decir por medios militares, a treinta años de progresivo avasallamiento geopolítico. Eso comenzó en 2008 con el ataque georgiano a la región de Osetia del Sur bendecido por Bush, y culminó en Crimea en 2014, cuando Rusia se anexionó esa región rusa perteneciente a Ucrania en respuesta a la operación occidental de cambio de régimen que la revuelta popular del Maidán hizo posible en Ucrania. Esa respuesta militar defensiva y reactiva, lanza arriesgados ejemplos a otras potencias emergentes y simplemente debe ser castigada.  

Todo esto tiene poco que ver con la calificación que hagamos del actual sistema ruso, un sistema oligárquico y capitalista en línea con el occidental, ni con la persona de Putin. Tiene que ver con las clásicas tensiones entre potencias. 

3-Compensar el pinchazo Snowden.

Dentro del marco general de crisis antes descrito, hay un aspecto que ha tenido un enorme efecto para Estados Unidos. Me refiero al pinchazo Snowden-Assange. La demostración de que Big Brother existe y que es un monstruo estadounidense que controla de forma absoluta y criminal nuestras comunicaciones y redes sociales a través de las agencias de seguridad y de los grandes monopolios multinacionales americanos de tecnología (Google, Amazon, Facebook y Apple) ha tenido un efecto demoledor para el liderazgo americano. Reconducir ese desastre hacia un marco de tensión Este/Oeste ha sido una de las estrategias de respuesta: Assange agente de Moscú, Snowden hábilmente forzado a exiliarse en Rusia, los hackers rusos como verdadera amenaza y toda una serie de nuevos conceptos; noticias falsas, posverdad, guerra híbrida, que ya todos repetimos como loritos.

4-Contrapropaganda.

Los medios rusos exteriores no han hecho más que copiar un modelo occidental de la propaganda, incidiendo en ventilar lo que se silencia en Occidente tal como hacían las emisiones de la propaganda occidental en la URSS

Es el único motivo entre los citados que tiene un fundamento práctico objetivo: la propaganda rusa, el aparato informativo exterior de Rusia, llámenlo como quieran, ha mejorado bastante y es más efectivo. Esa mejora coincide con un mayor pluralismo de propagandas a nivel global (la unanimidad televisiva de la primera guerra del Golfo, o de las intervenciones en Yugoslavia, con el completo control occidental del informe ya no es posible), con el desprestigio de las cadenas mediáticas occidentales ampliamente reconocidas como mentirosas a partir de Irak, y con el desarrollo de las fuentes alternativas a través de las redes sociales. Los medios rusos exteriores no han hecho más que copiar un modelo occidental de la propaganda, incidiendo en ventilar mucho de lo que se silencia en Occidente tal como hacían las emisiones de la  propaganda occidental en la URSS durante la guerra fría con el resultado de unos menús informativos muy atractivos y frecuentemente bien trabajados. Dicho esto, los medios rusos siguen siendo incomparablemente más modestos al lado del complejo occidental y lo mismo puede decirse de los chinos o los árabes. Pese a todo, son una competencia molesta que se intenta contrarrestar y prohibir aunque sea vulnerando el propio derecho a la libertad de información.

(PS: El sábado el eurodiputado Javier Couso organizó en Madrid un evento en el que tuvimos ocasión de hablar de todo esto. Naturalmente, no asistió ningún medio de comunicación establecido. ¿Cómo iban a hacerlo si nos han vendido la patraña del candidato siberianodurante dos años?)

¡Hola! El proceso al procés arranca en el Supremo y CTXT tira la casa through the window. El relator Guillem Martínez se desplaza tres meses a vivir a Madrid. ¿Nos ayudas a sufragar sus largas y merecidas noches de...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Autor >

Rafael Poch

Rafael Poch-de-Feliu (Barcelona) fue corresponsal de La Vanguardia en Moscú, Pekín y Berlín. Autor de varios libros; sobre el fin de la URSS, sobre la Rusia de Putin, sobre China, y un ensayo colectivo sobre la Alemania  de la eurocrisis.

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

3 comentario(s)

¿Quieres decir algo? + Déjanos un comentario

  1. q19

    Hèctor Mariñosa (EFE), La Vanguardia (24/03/2019), "Xavier Roig : es un error considerar a Rusia como enemiga de Europa"

    Hace 5 años

  2. q19

    Breve comentario de Carles Porta en su blog de La Vanguardia sobre el libro de Xavier Roig, "El enigma ruso" (28/03/2019)

    Hace 5 años

  3. PESURO

    ESCLARECEDOR ARTÍCULO QUE PONE UN POQUITO DE LUZ DONDE OTROS MEDIOS SOLO PONEN PROPAGANDA MENTIRA Y MANIPULACION GRACIAS POR ESTA EXPLICACION

    Hace 5 años

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí