1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

  307. Número 307 · Abril 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

Historias del mundial

El gentleman y el brazalete

Booby Moore, líder de la selección inglesa en los 60 y uno de los mejores zagueros británicos de la historia, fue detenido por el robo de un brazalete durante el Mundial México 70. Nunca pudo probarse

Jorge Cuba Luque 27/06/2018

<p>Estatua de Bobby Moore en Wembley, Londres.</p>

Estatua de Bobby Moore en Wembley, Londres.

Francesco Gasparetti

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

CTXT es un medio financiado, en gran parte, por sus lectores. Puedes colaborar con tu aportación aquí.

Capitán de la selección de The Three Lions, Robert Bobby Moore fue uno de los líderes más carismáticos del tozudo equipo nacional inglés que en 1966 se coronó campeón en el Mundial disputado en Inglaterra, lo que le valió la condecoración de la OBE –Order of the British Empire– de manos de la mismísima reina Elizabeth II. Había nacido en Essex en 1941, cuando los pilotos de la Royal Air Force habían ya hecho comprender a la Luftwaffe del gordo Goering que ni sus cazas de picado ni sus bombarderos doblegarían a ese pueblo de piratas y borrachos jocundos que engendró a Shakespeare e inventó el fútbol.

Para muchos ingleses el mayor dilema existencial es rugby o fútbol, un to be or no to be en el que Bobby Moore optó por el fútbol. Desde chiquillo se sintió como pez el agua en el puesto de defensor y así, como zaguero, recaló en 1951 en el West Ham United de las afueras de Londres donde se hizo titular indiscutible, capitán del equipo y reconocido como gentleman de pies a cabeza, dentro y fuera de la cancha. Integró la selección que participó en el Mundial de Chile en 1962, y cuatro años más tarde, cuando estaba en el mejor momento de su carrera, el coach Alf Ramsey lo convocó a la selección que en Wembley terminó campeona tras vencer a Alemania Federal. Bobby Moore se volvió un ícono, una personalidad carismática, admirada y respetada, un tipazo formidable reconocido por su sencillez, su honestidad, por su apego al fair play.

Ramsey, ratificado como entrenador de la selección de los Tres Leones, se propuso reiterar la proeza de Wembley en el Mundial siguiente, el de México 70: quería demostrar que el título que ganaron en Londres era legítimo, a despecho del tanto que en el tiempo suplementario rompió el empate y que los alemanes recusaron porque el balón nunca traspuso la línea de gol. Pero no contaba con que iba a ser un Mundial de gigantes, que Alemania quería reencontrar a Inglaterra y cobrarse la revancha pues sabía que la venganza es un plato que se come frío, que Italia iba para triunfar, que Uruguay quería reverdecer sus añejos laureles, que la Unión Soviética planeaba demostrar que el realismo socialista se aplicaba también al fútbol, que el Brasil de Pelé había decidido quedarse para siempre con la copa Jules Rimet para lo que le hacía falta, como estipulaba entonces la FIFA, ser campeón por tercera vez.  

                           *

Para muchos ingleses el mayor dilema existencial es rugby o fútbol, un to be or no to be en el que Bobby Moore optó por el fútbol 

La preparación premundialista de Inglaterra tuvo su momento final en una minigira sudamericana con partidos frente a las selecciones de Colombia y Ecuador, para adaptarse poco a poco a la altitud de México. El 18 de mayo la delegación inglesa llega a Bogotá y se aloja en el elegante hotel Tequendama. Tras las formalidades de registro y luego de un corto descanso, los jugadores bajan a estirar las piernas por los imponentes salones del hotel; Bobby Moore y Bobby Charlton, otro de los grandes del fútbol inglés, entran a la joyería Fuego Verde pues Charlton buscaba un regalo para llevarle a Norma, su esposa que aguardaba por él en Londres.  Había unos cuantos clientes más en la tienda, entraron también el médico del equipo y el delantero Peter Thompson además de otros jugadores que se asoman un momento. Ocurría lo que ocurre en cualquier joyería. La gente contempla las joyas de las vitrinas, pide a la vendedora que enseñe alguna, justo lo que Bobby Charlton hace: le pide que le muestre uno de los brazaletes expuestos, lo observa, lo devuelve y los dos Bobbies salen tranquilamente de Fuego Verde. Habían dado apenas unos cuantos pasos cuando Clara Padilla, la vendedora, salió corriendo y gritó: “¡Ladrones, ladrones!”, una alarma sonó, llegó la policía, se acercaron algunos de los otros ingleses, varios curiosos, Alf Ramsey, el gerente del hotel; Clara Padilla señaló a Bobby Moore diciendo medio en español, medio en inglés: “¡Se ha robado un brazalete!”, ante la sorpresa de todos. De todos menos la del propio Booby Moore quien con la flema de un caballero inglés paseando por Piccadilly Circus expresó con gestos a los policías que podían revisarlo: estos lo hicieron y no encontraron brazaletes ni collares de perlas ni anillos de piedras preciosas, no encuentran nada que hubiera salido fraudulentamente de Fuego Verde. Tras un momento de desconcierto, el gerente del Tequendama, Clara Padilla y los agentes de la policía presentaron sus disculpas por el incidente y las cosas no trascienden pues además, el jefe de la delegación inglesa pide a los corresponsales de prensa de su país no hablar del asunto ya que, en realidad, no había pasado nada. El 20 de mayo, en el Campín de Bogotá Inglaterra, saludada por la hinchada local, vence 4-0 a Colombia; al día siguiente parte para Ecuador.

En Quito, los dirigidos por Alf Ramsey se imponen sin mayor dificultad a Ecuador por 2-0. El lunes 25 de mayo los ingleses se aprestan a viajar a México en un vuelo vía Bogotá. Alguien sugiere tomar un vuelo directo, u otro, uno que hace escala en Panamá en lugar del que se detiene en la capital colombiana pues el malentendido del brazalete a lo mejor flotaba todavía en el aire por aquellos lares. “El que no la debe no la teme” dijo Bobby Moore a su manera, apoyado por Alf Ramsey y, sin más, la delegación inglesa se embarca rumbo a Colombia. En Bogotá, el vuelo de conexión hasta la capital azteca está previsto para varias horas más tarde por lo que la selección se instala en el hotel Tequendama, esta vez solo por unas horas, en espera de su vuelo. Para matar el tiempo Bobby Moore, otros jugadores, miembros del cuerpo técnico y también algunos directivos entran al cine del hotel, que proyectaba la película de Andrew McLaglen Shenandoah, protagonizada por James Stewart.

                           *

Los Confederados instalan a toda prisa una defensa de baterías para repeler una arremetida del ejército de la Unión; la bella y triste melodía, Shenandoah como el título del film, se extingue poco a poco cediendo ante el estrépito de los tiros de cañón y los disparos de los nordistas avanzando a caballo. La pantalla muestra de pronto una casa en medio de una granja hasta la que llega el fragor de la batalla; la puerta de la casa se abre lentamente y un hombre alto y de ojos azules, James Stewart, aparece mirando con dolor al frente reprobando la guerra, las guerras. Bobby Moore inmerso en la penumbra y cautivado por ese film pacifista, siente en el hombro una mano autoritaria que lo conmina a dejar la sala. En el hall del Tequendama dos agentes en civil del DAS (Departamento Administrativo de Seguridad, el servicio de inteligencia colombiano), le informan en un inglés espantoso pero comprensible que tienen contra él un mandato de arresto por el robo de un brazalete. Un remolino de gente rodea a Moore y los policías: jugadores, el gerente del hotel, los directivos ingleses, Alf Ramsey, periodistas. Faltan seis días para el inicio del Mundial y ocho para el primer partido de Inglaterra, contra Rumania, y el grueso de la comitiva inglesa emprendió vuelo a México.    

Ya en la delegación de policía, Booby Moore se encuentra acompañado de los directivos Denis Follows y Andrew Stephen, quienes habían ya informado de lo que sucedía al embajador británico en Colombia, Sir Thomas Edward Rogers. Se apareció también, para ofrecer su apoyo, el presidente de la Federación Colombiana de Fútbol, Alfonso Senior. El comisario formalizó la denuncia y declaró que Bobby Moore se encontraba desde ese momento bajo arresto y que debía comparecer ante el juez de instrucción al día siguiente. El estupor cundió entre los ingleses, Bobby Moore repite una y otra vez que él no ha robado nada; el que pusieran en entredicho su palabra lo hería hondo, lo afrentaba. Alfonso Senior intercedió y logró que el comisario aceptara que Bobby Moore cumpliera la detención bajo la forma de arresto domiciliario, en su residencia personal; le recomendó luego al más brillante de los jurisconsultos de la ciudad, el licenciado Vicente Laverde Aponte, considerado el abogado de las causas desesperadas, bête noire de los más severos tribunales correccionales del distrito judicial de Bogotá. En esos momentos, en Londres es de madrugada, en las salas de redacción los diarios tienen justo el tiempo de insertar en primera plana la noticia: “Bobby Moore arrestado por robo en Colombia”. Cuando las campanas del Big Ben anuncian las ocho de la mañana y la City está ya embargada por el tráfago del inicio de un nuevo día de trabajo, la estupefacción es total: en el underground, en los pubs, en los dos pisos de los routemasters con su tradicional color rojo, en las dependencias de Scotland Yard, e incluso entre los efectivos de la Queen’s Guard y los Yeomen Warders de la Torre de Londres, los londinenses no daban crédito a los titulares de la prensa, pero no tuvieron más remedio que creerlos cuando en su boletín informativo la noticia fue confirmada por la BBC con su habitual sobriedad. El té de las cinco de la tarde de aquel día supo a café, a café de Colombia.

                  *

El 26 de mayo Pedro Dorado, el juez de instrucción de turno, ordena una reconstitución de los hechos por lo que todos los implicados en el caso se trasladan al hotel Tequendama. Antes tuvo que explicar al licenciado Laverde Aponte cómo así su patrocinado no fue inculpado el día mismo de la desaparición de la joya, cuando los policías de facción en el hotel no encontraron el cuerpo del delito en sus bolsillos tras revisarlo. Ocurrió que luego, dijo el magistrado, cuando los ingleses viajaron a Ecuador un testigo, Álvaro Suárez, declaró a las autoridades que él vio a Bobby Moore coger el brazalete e introducirlo en sus vestimentas, declaración que animó a Clara Padilla a retractarse y sentar denuncia contra Bobby Moore. La reconstitución fue una comedia de equivocaciones pues, además, faltaba el otro Bobby, Charlton, a quien ni siquiera se aludió como cómplice ya que tanto el testigo como Clara Padilla insisten en que Bobby Moore actuó solo.

para quienes lo vieron u oyeron Bobby Moore fue siempre un caballero, y así se le recuerda

En México, la comitiva inglesa es presa de la incredulidad, y sigue las noticias con avidez mediante la prensa escrita local y las ondas cortas de la BBC; los entrenamientos se relajan un poco. Bobby Charlton quiere regresar a Bogotá para ayudar a su tocayo, también Peter Thompson, para declarar ante el juez que él estuvo en Fuego Verde en el mismo momento y que no vio nada reprobable ni sospechoso en la actitud de Bobby Moore; Alf Ramsey se opone a que viajen, temiendo que la cantidad de sus jugadores arrestados aumente a tres. En Londres, desde su oficina en el número 10 de Downing Street, el Primer Ministro Harold Wilson instruye a sus diplomáticos en Colombia para velar por que se respete la legalidad y que las autoridades colombianas desmarañen ese embrollo cuanto antes. El juez Dorado era uno de los pocos hombres en Colombia al que nunca le había interesado el fútbol: desconocía cuáles eran los clubes más importantes de su país, ignoraba que en pocos días empezaba el Mundial…el nombre de Bobby Moore le era totalmente desconocido, por lo que manifestó, sin ninguna mala fe, que el caso en curso podía durar hasta tres meses, tal como lo contempla el código de procedimientos penales.

La siguiente diligencia judicial ordenada por el juez Dorado fue la de formalizar las declaraciones de los testigos, Álvaro Suárez y Clara Padilla. El licenciado Vicente Laverde Aponte no tuvo mayor dificultad en detectar las imprecisiones y contradicciones en las que aquellos incurrían, empezando por el precio del brazalete: pasó de quinientos dólares a mil cuatrocientos y finalmente a cuatro mil. También observó que la vendedora había visto en la tienda a Bobby Moore acompañado de Bobby Charlton pero hablaba solo del Bobby incriminado; finalmente hizo notar que Clara Padilla no lograba precisar el momento en que Bobby Moore habría sustraído el objeto desaparecido. Por otro lado, la afirmación de Álvaro Suárez de que Bobby Moore extrajo el brazalete de la vitrina fue desbaratada pues las manos del zaguero inglés eran demasiado grandes como para poder introducirlas por la pequeña abertura de la vitrina. Laverde Aponte supo entonces que la causa estaba ganada.

La instrucción judicial, formalmente, no había concluido: podía durar tres meses, como había prevenido el juez, pero las presiones diplomáticas y los apremios del abogado lograron que el juez Dorado levantara la orden de arresto contra Bobby Moore, quien partió para México el 28 de mayo y se reintegró a su selección. Semanas más tarde, el magistrado resuelve sobreseer el caso por falta de pruebas.

                           *

Inglaterra tuvo una participación modesta en el Mundial de México. Triunfos por 1-0 frente a Rumania y Checoslovaquia, derrota por la mínima diferencia frente a Brasil. Logró, sin embargo, pasar a cuartos de final, donde Alemania Federal la venció por 3-2 cobrándose, por el mismo score, la venganza por el gol imaginario de la final en Wembley.

Tras el Mundial Bobby Moore volvió a las filas del West Ham United, club al que le daría, fiel a la camiseta, dieciséis años de su vida y lo mejor de sus dotes de futbolista. En 1974 dejó el club de sus amores y fichó por el Fulham F.C., entonces en segunda división. Luego jugó en los Estados Unidos, cuando la United States Soccer Federation y una serie de clubes con gran capacidad financiera, empezaron a contratar a las viejas glorias del fútbol mundial aún en actividad para promover masivamente su práctica en el país y elevar el nivel de los partidos de la North American Soccer Ligue. En 1978 colgó los botines y volvió a su Londres querido; a lo largo de los años ochenta sus actividades de jubilado estuvieron siempre vinculadas al fútbol. A comienzos de 1993 Bobby Moore anuncia públicamente que desde hacía tiempo padecía de un cáncer colo-rectal, ahora en fase terminal. El 17 de febrero aparece por última vez en la televisión, comentado un partido de la selección inglesa. Falleció una semana después, a los 51 años, sabiéndose querido de los amantes del fútbol.  

                  *

Dicen que el caso del brazalete de Bogotá fue una patraña para sacarle dinero. Dicen que fue la mafia colombiana la que montó la acusación, para disminuir a Inglaterra durante el Mundial y ganar una apuesta. Dicen que habría sido un futbolista inglés el autor del robo, pero que Bobby Moore era incapaz de denunciar a un compañero. Dicen que debido a ese incidente la reina Elizabeth II no Ie otorgó un título nobiliario ni el privilegio de llevar junto a su nombre las siglas MBE, Member of the British Empire. Poco importa: para quienes lo vieron u oyeron Bobby Moore fue siempre un caballero, y así se le recuerda.    

-----------------------

Extracto del libro Mundiales y destinos (Campo Letrado Ed, Lima, 2017), de Jorge Cuba Luque.

Jorge Cuba Luque (Lima, 1960).  Ha publicado los libros de cuentos Colmena 624 (1995), Ladrón de libros (2002, reed. 2015), el volumen evocativo Yo me acuerdo (2008) y la novela Tres cosas hay en la vida (2010). En 2004 obtuvo en la universidad Toulouse-Le Mirail (Francia) un doctorado en Estudios sobre América Latina tras sustentar su tesis La presse de Lima et la littérature urbaine au Pérou. 1948-1955.

CTXT es un medio financiado, en gran parte, por sus lectores. Puedes colaborar con tu aportación aquí.

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Autor >

Jorge Cuba Luque

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

2 comentario(s)

¿Quieres decir algo? + Déjanos un comentario

  1. PEDRO JOSE GALAN ROSARIO

    tuve la suerte de verlo jugar en directo en Madrid, año 1968 aproximadamente, en un encuentro España Inglaterra, en el Santiago Bernabeu, victoria final de Inglaterra 0 -1

    Hace 4 años

  2. RAHEL COHRAN

    Hola. Soy el Sr. Rahel Cohran, un prestamista de préstamos privados que ofrece préstamos de oportunidad de por vida a individuos, empresas comerciales, seguros, etc. ¿Tiene alguna dificultad financiera o necesita préstamos para invertir o necesita un préstamo para pagar sus facturas? ya que estamos aquí para hacer que todos sus problemas financieros sean cosa del pasado. Ofrecemos todo tipo de préstamos en cualquier denominación de moneda con una tasa del 2% sin cuota inicial. Deseo utilizar este excelente medio para informarle que estamos listos para ayudarlo con cualquier tipo de préstamo para resolver su problema financiero. sí, regrese ahora por correo electrónico (contact@saintloan.com) o visite nuestro sitio web (www.saintloan.com) para obtener más información, LE ACEPTA MUY BIEN.

    Hace 5 años 9 meses

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí