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Los indignados de Susana

La líder andaluza retrata a los “cabreados” con el PSOE como personas que no son tan pobres, sino que tenían demasiadas expectativas

Cristina Fallarás 17/05/2017

<p>Susana Díaz</p>

Susana Díaz

Luis Grañena

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La descripción del grupo humano al que te diriges es una de las bases de la política: delimitarla.

Susana Díaz lo tiene claro, y el resto nos hemos enterado gracias a que la periodista Miriam Ruiz Castro ha colgado en las redes esta semana un discurso que la líder socialista ofreció a sus correligionarios el pasado mes de enero. En su arenga, tras enumerar lo bien se vivía con Felipe González y con José Luis Rodríguez Zapatero, la andaluza afirma que el problema no es que la población esté muy empobrecida –bajar “10 escalones”, lo llama—, sino que sus expectativas eran tan altas, que habiendo “bajado uno” solamente, se “cabrean”. Acto seguido, para ilustrar tal afirmación, asegura que creyeron que “iban a poder tener su casita en la playa”, y de ahí su cabreo. 

“Cabrear” es el verbo que ella utiliza, y cabreo es lo que han sentido aquellos a los que se refiere, los “indignados”, a tenor de los miles de comentarios que han circulado por las redes. 

El párrafo que más ha irritado es el siguiente, y tiene más fondo del que aparenta:

Porque muchos de los que se cabrearon con nosotros no habían perdido 10 escalones en su calidad de vida. Habían bajado uno, pero es que pensaban que iban a subir 10. Es que pensaban que iban a poder tener su casita en la playa, que iban a poder salir no una vez al mes, sino una vez a la semana; que iban a conseguir que sus chavales fueran a la Universidad, y que además tuvieran un máster; que iban a conseguir ver a sus nietos con mucha más calidad de vida que la que tuvieron ellos; y, cuando eso no fue posible, se cabrearon, se indignaron, y ahí le hicimos el juego a la derecha… y a los otros, de Podemos. A la derecha, que quería que la gente se resignara, y a los que querían galopar sobre la indignación de los ciudadanos.

Diez escalones y un escalón

El asunto de la escalera a la que hace alusión Susana Díaz se refiere a los tiempos en los que los ciudadanos aspiraban a “trepar” en los estratos que se suponía tenía la sociedad hasta conseguir vivir en una situación económica más desahogada. Eso era posible gracias a empleo, formación y salarios. Algo así como: tu abuelo era campesino, tu padre estudió hasta secundaria y fue administrativo, y tú, que has ido a la Universidad –Felipe González diría que gracias a él, y quizás Díaz lo piense–, llegarás a médico. Algunos todavía se acordarán de ese tipo de cosas. Sin embargo, nombrarlas hoy evidencia vivir fuera de la realidad, o fuera de este país. 

Más allá de este desfase temporal de la líder socialista –a cuya clase obrera quizás hay que cambiarle el nombre, vista la reforma laboral–, vamos a los escalones:

De 2006 a 2012, España pasó de tener 1.819.000 desempleados a 6.021.000. O sea, que en seis años –cinco de ellos gobernados por el PSOE–, España se cobró más de 4.200.000 empleos. Los pocos que han regresado a un salario más o menos habitual han visto cómo en los últimos 10 años se han perdido 35.000 millones en salarios, los contratos son temporales y la precariedad nos sitúa a la cola de Europa.

Afirmar que esos trabajadores solo “habían bajado uno, pero es que pensaban que iban a subir 10 [escalones]”, o sea, que su percepción de crisis es una ilusión, resulta de una ignorancia que roza la crueldad. 

La casita en la playa

Si es muy probable que queden pocos ciudadanos que recuerden la idea del ascensor social, seguro que son menos los trabajadores españoles que aspiran a adquirir con su sueldo “una casita en la playa”, lo que se llamaba “segunda residencia”. Ahora y también bajo los gobiernos de Rodríguez Zapatero.

Pero, además, defender en estos momentos la peregrina idea de que, en 2011, cuando se “cabreó”, la gente a la que alude Díaz aspiraba a “una casita en la playa” es sencillamente mentira. Una mentira dolorosa, porque empieza a ser mayoría la población que no llega a pagar el alquiler o la hipoteca de su “primera” vivienda, si quieren comer hasta final de mes y tener suministros.

Si es muy probable que queden pocos ciudadanos que recuerden la idea del ascensor social, seguro que son menos los trabajadores que aspiran a adquirir “una casita en la playa

Tres datos actuales para explicar por qué la casita en la playa de Susana Díaz suena hoy tan extemporánea que debería estar prohibida en boca de cualquier política de cualquier partido:

La tasa de desigualdad se ha multiplicado por tres en los últimos 10 años. 

La población en riesgo de pobreza –o sea, con serias dificultades para mantener una “primera” vivienda– es de 13’18 millones de españoles, o sea el 28% de la población, según el último Eurostat. 

Más de 700.000 hogares, o sea 1,3 millones de personas, vive sin ningún ingreso, según el Informe sobre el Estado Social de la Nación 2017.

En cuanto a lo de querer “salir” no una vez al mes, sino una a la semana, será a dar una vuelta a la manzana.

La Universidad y el máster

En este momento, el coste medio por curso académico en la Universidad pública española supera los 1.000 euros, llegando a los 1.500 en la Comunidad de Madrid y Cataluña, seguidas muy de cerca por Castilla y León. En ocho años el precio ha aumentado un 40%. 

Susana Díaz afirma que los cabreados estaban cabreados porque creyeron “que iban a conseguir que sus chavales fueran a la Universidad, y que además tuvieran un máster”. En cualquier país civilizado las familias deberían poder creer que sus hijos alcanzan a cursar estudios universitarios si quieren, es cierto. Desde luego, a día de hoy, en España y tras el paso de José Ignacio Wert por el ministerio de Educación, eso no sucede. Pero quizás lo más sangrante es que ella pertenece al sector del PSOE que dio el Gobierno de España al partido que ha realizado los mayores recortes y subidas de tasas en las Universidades. Y su partido, el PSOE, lo ha hecho consciente de que quedan aún decenas de miles de millones de euros por recortar, parte de ellos de nuevo en Educación. 

Cuando eso no fue posible…

“Y, cuando eso no fue posible, se cabrearon, se indignaron, y ahí le hicimos el juego a la derecha… y a los otros, de Podemos”, afirma. 

Lo que se desprende de esa afirmación, y de todo el discurso, es que Susana Díaz cree que las personas no se han empobrecido demasiado, sino que se habían acostumbrado mal, que sus aspiraciones eran muy altas, se supone que a causa de las medidas socialistas. O sea, que quizás no tienen tantas razones para cabrearse, o que incluso no deberían hacerlo. ¿Por qué? Porque se cabrean con el PSOE, lo que significa un crecimiento, siempre según su argumentación, de otros partidos, entre los que no parece estar Ciudadanos. 

Pertenece al sector del PSOE que dio el Gobierno al partido que ha realizado los mayores recortes y subidas de tasas en las Universidades

Afirmar que los “cabreados” aspiraban a comprarse una casita en la playa, tras caer un solo escalón y encima querían ir a la Universidad resulta, además, de una perversidad retorcida. 

¿Qué hace Díaz con esa descripción? Dividir en dos tipos a los pobres, es decir, estratificar la pobreza. Por un lado, están los que se cabrearon porque el PSOE había alimentado sus legítimas aspiraciones: segunda residencia, estudios universitarios, máster y ascenso social. Por otro, aquellos pobres que ni siquiera se han permitido ya –desde su punto de vista– aspirar a nada más que un trabajo precario e intermitente. A los primeros se dirige, y los reconoce como propios. A los segundos, no.

O sea, que los pobres del PSOE, según Susana Díaz, son aquellos de casita en la playa, máster y salida semanal. Y con ello retrata unas aspiraciones, a día de hoy y parece que por muchos años, irrealizables para la inmensa mayoría de la población. Lo que no quita que use esa zanahoria envenenada para atraer al rebaño. 

Para terminar, opina, además, que su trabajo, el de los socialistas, es que sus cabreados recuperen todo eso que perdieron, no queda claro si en forma de aspiración o realidad. Una visión de lo que se nos viene encima y de la sociedad del futuro: tan alejada de cualquier análisis sobre el presente como todo el retrato que Díaz ofrece sobre el pasado. 

La descripción del grupo humano al que te diriges es una de las bases de la política: delimitarla.

Susana Díaz lo tiene claro, y el resto nos hemos...

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10 comentario(s)

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  1. Tonio

    Menudo discurso patético tiene la señora Susana Díaz. Ahora resulta que estamos enfadados porque no tenemos una "casita en la playa". Para ella los recortes no han existido, ni la pérdida de poder adquisitivo, ni el empobrecimiento de las clases populares, ni los desahucios, ni los despidos masivos, ni los emigrantes... ni la CORRUPCIÓN. Qué nivel intelectual más pobre tiene la señora Díaz, presidenta de Andalucía y candidata a dirigir los designios del PSOE y de los españoles... ¿Susana Diaz es sociaqué?

    Hace 6 años 10 meses

  2. Lorena

    Es alucinante que hasta escribáis artículos de un video manipulado que en su versión completa no tiene nada que ver,que poco rigor ..de verdad que es vergonzoso ,cuando lo que dice en el vídeo es que la derecha lo que quiere es que no vayamos a la universidad ...da vergüenza ,deberías buscar el vídeo original ,verlo ,y luego escribir otra editorial tan ilustrativa con la verdad ,hace dos días que se sabe que es un vídeo manipulado ,pero ese detalle no importa ,porque entonces de que escribimos ..

    Hace 6 años 10 meses

  3. sin ataduras

    Esta es la Diaz Pacheco en estado puro que es como siempre suele estar pero ahora cuando nota un gelido viento en el cogote de que se le pueden acabar todas su historias, desbarra, si esto es posible, un poco mas, y es que volver a la casilla de salida de su vida como profesional de la politica no lo contemplaba ni por asomo, tampoco se lo habian enseñado sus Gonzalez, sus Rubalcabas y sus Madinas y tampoco se pregunto que si esto le paso a todos los que fue apuñalando por la espalda quizas a ella tambien le pasaria. Y le esta pasando, termino agradeciendole a Cristina fallaras su articulo, chapo amiga.

    Hace 6 años 10 meses

  4. Javier

    La indignaciòn no es una acciòn en lucha por conseguir algo que nunca se tuvo, sino una reacciòn humana frente a una amenaza de perder un minimo vital y frente a una ofensa de hacerse robar lo que muchos consiguieron con sudor y sangre hace ya muchos años. Y, por favor, no adheremos a nuestro lenguaje un vocabulario de discurso de plaza de abastos como el que utilza la señora Dìaz. Señora Dìaz, es usted como un colegio en Domingo = sin clase.

    Hace 6 años 10 meses

  5. Paco

    Formidable caricatura de Grañenas, solo que le faltan los colmillos a la chupandaluces.

    Hace 6 años 10 meses

  6. Paco

    La señora Díaz es la vergüenza de su partido, digna heredera de Don Felipe (no el Rey sino el de las pùertas giratorias) porque su quehacer (o dejar de hacer) al frente de Andalucía, es el vivo ejemplo de lo que esperarían los españoles si llegara a alcanzar la cima del poder, algo que solo se cree ella y los tontos útiles como ZP. Cristina Fallarás, una vez más tienes mi mayor respeto a tus argumentos. Saludos.

    Hace 6 años 10 meses

  7. Juan Modesto Casamayor Garcia

    ¿izquierda? ¿socialista? ¿obrera? bueno estas preguntas no son importantes (sabemos las respuestas) lo extremadamente aterrador es que hay millones de cucarachas que habitan en el reino estercolero de España (no les llamo ciudadanas.os porque no merecen ese calificativo) que votan a esta que es cómplice de los ladrones de eres, cursos de formación y que apoyan a los mafiosos franquistas del PP, asi que en mi opinión esta señora mejor estaría calladita pues apesta a CUCARACHA DE ESTERCOLERO (pido disculpas encarecidamente a las cucarachas)ROUTE

    Hace 6 años 10 meses

  8. Juan Modesto Casamayor Garcia

    ¿izquierda? ¿socialista? ¿obrera?, estas preguntas no son lo peor, lo verdaderamente atroz es que cucarachas súbditas-os que habitan en el reino estercolero de España (no merecen la calificación de ciudadanas-os) seguirán votando a estos vendidos ladrones (eres y cursos de formación) que militan en el asqueroso partido PXXE. España como siempre ya lo he dicho estercolero de mafiosos franquistas ladrones y habitado por sus respectivas y necesarias CUCARACHAS QUE LES VOTAN

    Hace 6 años 10 meses

  9. Jose Díaz

    ¡Pero qué se habrán creído estos pobretones!, piensa Susana Díaz. Que quieren una vida mejor para ellos, para sus hijos, para sus nietos. ¡Pero qué se habrán creído estos pobretones!. ¿Aspirar a una vida mejor, a que sus hijos vayan a la universidad y tengan formación? Pues no. De eso nada. Y lo digo yo -piensa S. Díaz- que soy "socialista" de toda la vida, que para eso aspiro a ser S. General del PSOE, para que los pobres comprendan que solo están aquí para trabajar mucho, cobrar poco y no aspirar a mejorar. Eso es lo que les ofrezco a estos pobres que se indignan porque les ofrezco un mal presente y un peor futuro. ¡Arsa!

    Hace 6 años 10 meses

  10. Lukas

    Para rematar el artículo, habría que mencionar que no menciona en absoluto la corrupción (de la que el PSOE es parte) galopante que ya era insoportable en 2011 y el silencio de la oposición (cómplice en definitiva) que miraba para otro lado junto con la mayoría de medios. No era sólo un "cabreo" por "bajar escalones" o no poder subirlos, nos robaban y encima nos decían que vivíamos por encima de nuestras (no suyas, claro) posiblidades. Me parece que no es un "lapsus" inocente el no mencionar la corrupción.

    Hace 6 años 10 meses

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