1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

El modelo Alzira (II)

Las falacias del modelo Alzira (y II)

En abril de 2018 se derogará la concesión del Hospital Universitario de La Ribera. Comparar la gestión sanitaria privada con la pública requiere analizar tres indicadores: el riesgo financiero, la eficiencia económica y la calidad

Enrique Rodríguez Borja 5/04/2017

<p>Hospital Universitario de La Ribera, Alzira. </p>

Hospital Universitario de La Ribera, Alzira. 

Dani / Wikimedia Commons

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

CTXT necesita 300 suscripciones mensuales para ser sostenible y cada vez más independiente. Puedes ayudarnos aquí

-----------------------------------------------------------------------------------------------------

“Firmaría una pancarta a favor de una Sanidad Pública y de Calidad”

Alberto de Rosa. Gerente de Ribera Salud. (30/03/2014)

A la hora de comparar la gestión sanitaria privada y más concretamente el comportamiento de las concesiones tipo Alzira versus la gestión directa por la Administración (GDA) podemos fijarnos en tres grandes indicadores. Como adelantamos en la anterior entrega (y volveremos a recalcar en esta) no es una tarea fácil dadas las evidentes asimetrías existentes y la alarmante falta de datos veraces, dicho sea de paso, tanto de un lado como de otro.

El primer indicador fue más bien el axioma que justificaba la implantación del modelo: la gestión del riesgo. En el modelo Alzira, una U.T.E. privada fue la responsable de la construcción de un hospital y a cambio recibió la gestión de todos sus servicios durante un plazo determinado de tiempo a cambio de un pago capitativo. Sobre el papel es un modelo bastante beneficioso puesto que habilita la posibilidad de que la población disfrute de nuevas infraestructuras y equipamiento sanitario sin que el gasto público se resienta. En cierto modo se establece una transferencia de riesgo financiero a cambio de ceder la explotación y pagar un gasto fijo en concepto de cápita. Si a ello sumamos que en teoría estos contratos no computan en el déficit público, la opción es claramente ventajosa (nota: la Troika ya le dijo a Portugal que dada su importancia, todos sus contratos modo concesión debían computar en el déficit a efectos de solicitar un rescate). Ya comentamos anteriormente que esta transferencia de riesgo deviene falsa. En la Comunitat Valenciana esta falacia se puso de manifiesto cuando hubo que rescatar a la concesión con un segundo concurso siguiendo la máxima de “too big to fall”. En todos los casos de modelo PFI (Private Financing Initiative), donde la Administración ha tenido que actuar como red de seguridad, y ya hay unos cuantos ejemplos (UK, Madrid, Alzira), el beneficio de las empresas privadas prevalece sobre el interés general merced a un blindaje contractual tan intrincado como opaco.

Por definición, las perspectivas de ambas gestiones son completamente diferentes a la hora de disponer sus recursos y tomar decisiones

El segundo indicador (y el actualmente preponderante) es el económico. Esto es, si la gestión privada puede ser más eficiente ahorrando dinero a las arcas públicas. No entraremos en el extenso debate de si desde un punto de vista social, el indicador de eficiencia (costes) debe ser aquel que justifique per se la implantación de un determinado modelo (no debería ser el único). Aun así, hemos de tener en cuenta que, por definición, las perspectivas de ambas gestiones son completamente diferentes a la hora de disponer sus recursos y tomar decisiones. Una empresa privada tiene como fin (totalmente lícito, por otra parte) obtener beneficios económicos y por tanto su política de actuación se centrará en el proveedor sanitario (y en que sus accionistas recojan beneficios al final del año), mientras que la gestión pública adoptará una perspectiva eminentemente social y sus costes/beneficios irán encaminados a la mejora de la prestación y por tanto a la asistencia a la población en su conjunto.

El ejemplo que mejor resume este problema de enfoque lo tenemos en las derivaciones de pacientes de un centro a otro. Desde un punto de vista de gestión privada, al derivar a un paciente de una concesión a un centro GDA, la concesionaria deja de controlar los procesos y se adecua a los precios pactados (ej. leyes de tasas) por lo que su eficiencia se verá afectada negativamente. Pero desde un punto de vista social, el paciente por regla general se beneficiará de una atención óptima (ejemplo: derivación a un hospital público de referencia provincial) obteniéndose mejores resultados en salud con un coste/beneficio mucho más rentable que el computado simplemente por el proveedor.

El mantra que no deja de repetirse desde hace muchos años, sobre todo por parte de los defensores del modelo Alzira, nos dice que la gestión privada ahorra un 20% respecto a la GDA. Y solo con este dato se intenta justificar la expansión del modelo sin ir más allá. El premio Nobel de Economía Ronald Coase dijo que “si torturas suficientemente los datos, estos te dirán lo que quieras”. Este caso no es ajeno. Creo que ya ha quedado claro que para controlar el gasto sanitario en un modelo capitativo la clave es no solo reducir el coste unitario de cada hospitalización sino también reducir su número. Lógico, puesto que de nada sirve reducir el coste unitario de un proceso si este aumenta desmesuradamente. Siguiendo esta máxima es de recibo citar el trabajo realizado en 2009 por S. Peiró y R. Meneu sobre eficiencias relativas del Modelo Alzira y que resumiremos en la siguiente tabla.

Ya sabemos de dónde sale el consabido mantra. El coste por ingreso en las concesiones es un 18,4% inferior a los centros GDA, si bien ambos modelos son prácticamente idénticos a nivel de gasto hospitalario per cápita. Es más, ese gasto por habitante es un 7,5% mayor en las áreas gestionadas por concesiones que en las GDA. El coste por hospitalización puede ser más económico en los modelos de concesión, pero existe un mayor porcentaje de ingresos hospitalarios (división de los costes fijos entre un mayor número de unidades) y por tanto un mayor gasto por habitante que al final es el indicador relevante para el financiador público. Por lo tanto vamos a ir desterrando del subconsciente colectivo la idea de que “la privada es más barata”.

En el mismo estudio se mostraba la enorme variabilidad de gasto hospitalario por habitante según el departamento sanitario de la Comunitat Valenciana evaluado. De nuevo los departamentos atendidos por modelo de concesión ocupaban puestos intermedios.

Lo que debe de quedar claro a estas alturas es que los datos de los que partimos para realizar análisis de este tipo tienen importantes limitaciones (de un lado y de otro) y que los costes no deberían ser jamás los únicos elementos de decisión. Si solo nos fijamos en el concepto “eficiencia” y sabiendo que casi un 60% del gasto de un servicio médico recae en los gastos de personal, podríamos aventurarnos a decir que el modelo PFI es una mera deslocalización de la sanidad pública donde la empresa traslada su producción a un país (la concesión) en el que las condiciones laborales y las remuneraciones (entre otras decisiones de impacto como el control del almacén o el manejo de su central de compras) las dicta ella misma sin injerencias de ningún tipo. El equivalente sanitario a llevarse el taller textil a Bangladesh.

El coste por hospitalización puede ser más económico en los modelos de concesión, pero existe un mayor porcentaje de ingresos hospitalarios y por tanto un mayor gasto por habitante

El grado de “filibusterismo” ha sido tal que la propia central de compras de Ribera Salud (B2B Salud) está en el punto de mira de la Fiscalía Anticorrupción al haber cobrado comisiones a proveedores de material sanitario pagado, eso sí, con dinero público (en este caso prótesis, exentas de los gastos de la concesión). Se estima que en los seis años de funcionamiento de dicha central, los beneficios obtenidos mediante esta “mordida” han podido llegar a los 3,3 millones de euros. “Saqueo a las arcas públicas” para unos, “contabilidad creativa” para otros.

Todo esto no es algo nuevo. Ya en 2014, el Panel de Expertos sobre Formas Efectivas de Invertir en Salud de la Comisión Europea cuestionaba la rentabilidad del Modelo Alzira. El informe publicado destacaba que “después de más de 14 años de funcionamiento no hay información clara y disponible para evaluar los resultados económicos y sanitarios de la experiencia” y advertían que “las derivaciones a otros centros y la posible falta de control en los procedimientos de pago interhospitalarios son un punto clave en el acuerdo per cápita que tiene que ser cuidadosamente evaluado”.

De ahí que insistamos en que la atención sanitaria debe evaluarse en función de la calidad recibida. Es el famoso tercer indicador. El más olvidado, el que debería ser más importante y el más complejo de recoger y analizar. Si la información comparativa de eficiencia la disponemos con cuentagotas, los indicadores de resultados en salud entre modelos son cuasi inexistentes. Hay poco escrito y lo poco que hay es siempre de ámbitos muy reducidos o concretos (p.ej. centros de hemodiálisis privados vs. públicos) donde la gestión privada normalmente obtiene peores resultados que la GDA en tasas de Mortalidad General y Específica. Como era de esperar, la explicación a este hecho siempre recae en la gestión del personal sanitario: más escaso y con menor formación en los centros privados.

A este respecto nunca hay que olvidar que las consabidas “encuestas de satisfacción” realizadas a pacientes (normalmente por la empresa privada en aras de glosar las virtudes del modelo) jamás pueden ser un indicador de resultado en salud sino más bien un triste remedo para sustituir otros parámetros más rigurosos y robustos.

Entonces, ¿no podemos saber qué modelo es el que más aconsejable?, ¿o al menos conocer sus fortalezas o debilidades? Mucho me temo que después de casi 20 años de modelo Alzira no se han hecho los deberes simplemente por conveniencia, y así no se han desarrollado los elementos de juicio que nos permitan discernir las bondades de cada una de las opciones. La dificultad intrínseca y la falta de transparencia a la hora de encontrar información rigurosa, la complejidad a la hora de acometer una comparación objetiva entre dos entes tan diferentes y la aparición de otros factores que no se han tenido en cuenta a la hora de la evaluación cómo el entorno administrativo, las condiciones laborales o la labor supervisora del financiador han sido lastres muy pesados para realizar una tarea que debería haber sido definida y monitorizada de antemano dada su importancia.

Todo indica que la decisión de implantar un modelo PFI en la Comunitat Valenciana en 1999 fue puramente política y por tanto será una decisión puramente política la necesaria para desmantelarlo. Este es el principal objetivo de los responsables sanitarios autonómicos actuales: la derogación de las concesiones sanitarias. Y no hay marcha atrás. El Gobierno valenciano comunicó que la concesión de Alzira terminará el 1 de abril de 2018 y el proceso de reversión ha comenzado ya. A partir de ahora, luz y taquígrafos. La Conselleria de Sanitat ha creado una hoja de ruta específica y supervisará cada paso que dé Ribera Salud en su último año de gestión. No será un proceso fácil. De hecho, nunca se ha llevado a cabo en nuestro país. Predecimos que será algo complejo, tortuoso y encarnizado. Solo podemos desearles suerte a nuestras autoridades.

Hay trabajadores del hospital que han denunciado presiones de la empresa privada para enfrentarse a la Generalitat

Es de esperar que Ribera Salud, lejos de perder su “joya de la corona”, recurra la decisión en los tribunales iniciando una espiral de pleitos con los mejores abogados que pueda contratar. A ello hay que sumarle el uso ciertamente miserable que se está haciendo de los trabajadores de la concesión como arma arrojadiza creando un clima de tensión con la dirección del centro. De hecho ya hay trabajadores del hospital que han denunciado presiones de la empresa privada para enfrentarse a la Generalitat. A pesar de que al menos cinco de los seis sindicatos representados en el comité de empresa apostaron por una gestión pública de la concesión en 2015, Ribera Salud ha auspiciado la creación de una plataforma de trabajadores pro modelo Alzira (aquellos históricamente bien incentivados y que jamás podrán mantener esos sueldos una vez pase a GDA) bautizada jocosamente con el nombre Sanitat Sols Una, opuesta a la reversión para que promocione las bondades del sistema.

Recientemente, Alberto de Rosa calificó la actitud de la Conselleria como de “Riberexit” y recalcó que “no puede ser que un servicio básico tan importante como este dependa de si alguien, una persona u otra persona, está en el gobierno o se lleva bien o no”. Sus palabras no pueden ser más paradójicas. Durante 17 años, la única condición que mantuvo el modelo Alzira fue esa, nada más. Sus declaraciones en 2014 mostrándose a favor de una sanidad pública y de calidad pueden ser más proféticas de lo que pensaba por aquel entonces. Muy probablemente el Hospital de la Ribera volverá a manos públicas en breve pero no gestionado por él. The dream is over…? Solo el tiempo lo dirá.

--------------------------------------------

Enrique Rodríguez-Borja es jefe de sección en la Conselleria de Sanitat de la Generalitat Valenciana.

CTXT necesita 300 suscripciones mensuales para ser sostenible y cada vez más independiente. 

Autor >

Enrique Rodríguez Borja

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

8 comentario(s)

¿Quieres decir algo? + Déjanos un comentario

  1. Juan Carlos

    Los análisis comparativos siempre y deben dar lugar a interpretaciones sobre el tema tratado. Me sorprenden algunos comentarios aquí descritos por la banalidad con que trata el tema. Solo un apunte, ¿ustedes han visto o realizado alguna encuesta de satisfacción en este tipo de hospitales?. ¿Y no se han dado cuenta que es totalmente dirigida y que deja poco margen o mas bien ninguno para que el usuario se pueda expresar libremente?. Los números son muy sufridos y los sesgos interesados se pueden manipular sin que el lector final se de cuenta si no maneja los datos originales.

    Hace 6 años 11 meses

  2. Jesús Díaz Formoso

    Bruto, tu también hijo mío. Me habéis censurado la información sobre el antecedente de este caso; la Fundación Hosspital de Verín. ¿Porqué? Pues porque el modelo de privatización de la sanidad gallego "va bien", y tal.

    Hace 6 años 11 meses

  3. joan

    Pagando los mismos impuestos en sanidad, La pública se paga, gastos de hospital, a la enfermera, al médico En la privada se paga gastos de hospital a la enfermera, al médico, al jefe de planta, al director del hospital al consejo de administración y reparto de beneficios al final de año, ¿ todo esto con el mismo dinero? ¿Dónde está el truco? O la estafa

    Hace 6 años 11 meses

  4. kiko

    curioso que solo hay encontrado una concesion (hemodialisis) con datos de resultados finales de salud. No existe ningun otro dato, ni encuesta de satisfacción de los pacientes ni nada. Es extraño que alguien tome una decision de revertir una concesion de esta magnitud sin haber hecho siquiera un estudio de satisfaccion de los pacientes o valoración de los resultados medicos (al menos para que no solo prime el economico).

    Hace 6 años 11 meses

  5. Francisco Manuel Alapont Pérez

    Por lo que parece, ser funcionario y además jefe de sección en la Conselleria de Sanitat de la Generalitat Valenciana capacita para hablar de sanidad. Sus jefes, deben estar orgullosos de usted. ¿Ya le han ofrecido plaza en Alzira como pretendía hacer Josep Sanfeliu con sus "familiares y amigos"?

    Hace 6 años 11 meses

  6. Agustín Clemente

    Se le ve el plumero al autor, por algo tiene ese cargo. Como ciudadano de cierta edad, he tenido que recurrir muchas veces personal o familiarmente a la sanidad, también al Hospital de Alcira, y no tiene comparación la gestión de la calidad del servicio en éste, es excepcional, y más aún en comparación con la calidad de la gestión pública.

    Hace 6 años 11 meses

  7. Alzireño

    En el ÙNICO baño de la sala de EMERGIAS del hospital, normalmente hay alrededor de 50 personas siempre, solo ponen un rollo de papel higienico por dia,..... hay que ahorrar.

    Hace 6 años 11 meses

  8. javico@gmail.com

    Que barbaridad, escribe esto y se queda tan tranquilo!, por favor un poco de objetividad sr Enrique. Seguro que hay otros temas que conoce mejor sobre los que podría escribir

    Hace 6 años 11 meses

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí