1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

Portugal denuncia a España por el almacén nuclear de Almaraz

El Gobierno español se niega a realizar el estudio medioambiental y propone que sea el país vecino quien lo ejecute y financie. El Ejecutivo luso ha elevado una queja a la Comisión Europea, la primera entre ambos países en 30 años

Daniel Toledo Lisboa , 8/02/2017

<p>Manifestación organizada por la plataforma Quercus en contra del ATI y la central de Almaraz. Lisboa, 2016. </p>

Manifestación organizada por la plataforma Quercus en contra del ATI y la central de Almaraz. Lisboa, 2016. 

Jorge Ribeiro Infante

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

Nace El Dobladillo, el papel mensual interactivo y ecológico de CTXT ¿Quieres recibirlo en casa? ¡Suscríbete!

Oferta lanzamiento (50 euros al año, envío España)

De poco han servido las reuniones interministeriales, las quejas oficiales y extraoficiales, las manifestaciones ciudadanas frente al consulado de España en Lisboa, las amenazas diplomáticas y el frágil espíritu ibérico: España se ha negado a atender las protestas de Portugal en relación al futuro Almacén Temporal Individualizado (ATI) de Almaraz (Cáceres). Al ministro de Medio Ambiente portugués, João Matos Fernandes, reunido el pasado 12 de enero en Madrid con su homóloga española, Isabel García Tejerina, le faltó tiempo para confirmar su peor amenaza: dos minutos después de terminar la reunión, con García Tejerina aún en el edificio, anunció a los medios que Portugal presentaría una queja ante la Comisión Europea.

Y cuatro días después ahí fue, la primera queja formal ante Europa presentada entre hermanos peninsulares en 30 años. La última, allá por 1986, fue presentada por Portugal ante la Unión Europea y obligó a España a recular en su intento de crear un cementerio nuclear en la salmantina localidad de Aldeadávila de La Ribera, en el río Duero.

El Ejecutivo de Rajoy no sólo se niega a realizar el estudio, sino que propone que sea el país luso quien se encargue de ejecutarlo y financiarlo

La reclamación esta vez se refiere a la negativa por parte del Ejecutivo de Mariano Rajoy de realizar el estudio de impacto medioambiental que Portugal estima necesario antes de la ejecución de las obras para el almacén. Según Portugal, este tipo de complejos debe contar con un estudio previo sobre posibles impactos medioambientales transfronterizos, lo que se recoge en el artículo 7 de la directiva 2011/92/UE del 13 de diciembre de 2011. Sin embargo, el Ejecutivo de Rajoy no sólo se niega a realizar el estudio, sino que propone que sea el país luso quien se encargue de ejecutarlo y financiarlo. 

En Portugal cunde la sensación de que a Mariano Rajoy le ha entrado el síndrome Donald Trump, y no están por la labor de financiar ningún estudio sobre una central de almacenamiento española para los residuos de una central nuclear española. En este escenario, o los portugueses pagan por el estudio, o el ATI sale sin él. 

El Gobierno de España puede sentirse orgulloso de dos gloriosas proezas en su primer mes de 2017: la primera es haber puesto a todos los partidos del Parlamento portugués de acuerdo, sin fisura alguna, sobre un tema en particular –el desmantelamiento de Almaraz y su oposición al futuro ATI–. El país entero casi lo ha celebrado, tan poco acostumbrado a semejante homogeneidad dentro de la Assembleia; y la segunda, haber conseguido que los portugueses se sientan como mexicanos haciendo frontera con unos Estados Unidos cegados de megalomanía.

La batalla ahora no es “nuclear sí, nuclear no”, que, como en una guerra mundial, se mueve dividida fuera del campo científico en dos trincheras estancas, casi incomunicables salvo en escasas y navideñas ocasiones. En la mayoría de los casos todo depende de qué alto mando nos informe de las ordenanzas, ya es difícil tener una idea precisa sobre un tema tan científico y delicado. Pero más difícil aún es no tener una opinión partidaria sobre un debate tan urgente para esta generación y las que vendrán.

La batalla ahora es, por el contrario, casi exclusivamente diplomática, aunque con ramificaciones bien profundas: políticas, energéticas, económicas, financieras, sociales, medioambientales. España ha cerrado puertas y oídos y lanza la patata caliente a los despachos de Bruselas. De hecho, el secretario de Estado español para la Unión Europea, Jorge Toledo, anunció el mismo 16 de enero a su homóloga portuguesa, Margarida Marques, que ya se están colocando las primeras piedras del complejo de almacenaje. Toledo asegura que la obra tiene aún categoría de obra civil, a la espera de que el Consejo de Seguridad Nuclear español emita, presuntamente, el informe que autorice el uso futuro como almacenamiento de residuos de combustible nuclear.

Una iniciativa ciudadana presentó un recurso de alzada ante el Ministerio de Energía contra el informe medioambiental positivo que permitió la autorización del almacén

La negativa de España a atender las peticiones de Portugal le puede costar cara no sólo en dinero, sino también en un tiempo que cada vez es más precioso. Y quizá pueda costarle el propio ATI, porque, además de la queja formal ante la Comisión Europea, el pasado 30 de enero una iniciativa ciudadana presentó un recurso de alzada ante el Ministerio de Energía contra el informe medioambiental positivo que permitió la autorización del almacén –ya que en este informe no se había consultado a Portugal–. Si a este recurso no se le da respuesta en el plazo reglamentario de un mes, desembocará en un proceso contencioso administrativo en los tribunales ordinarios, lo que presumiblemente paralizaría la obra automáticamente.

Como explica Nuno Sequeira, miembro de la Dirección Nacional de la asociación portuguesa Quercus, las asociaciones y particulares en contra del ATI –y del alargamiento de la vida útil de la Central de Almaraz– están dispuestos a seguir con los “mecanismos usados hasta ahora: movilización social, conferencias, manifestaciones, comunicados de prensa y llamamientos a los órganos de poder central y local. También a la participación pública en consultas, procesos de licencias (…), y las quejas y procesos judiciales siempre son un recurso posible”.

Manifestación organizada por la asociación Quercus en contra del ATI y la central de Almaraz. Lisboa, 2016 / Jorge Ribeiro Infante

Manifestación organizada por la asociación Quercus en contra del ATI y la central de Almaraz. Lisboa, 2016 / Jorge Ribeiro Infante

¿Un almacén temporal… para residuos nucleares?

Los problemas que rodean la ejecución del ATI ponen al descubierto dos de las cuestiones más polémicas en torno a las centrales nucleares. Más allá de los posibles riesgos que puedan acarrear los fallos en las instalaciones antiguas y otras reminiscencias a un hipotético Fukushima, dos cuestiones levantan ampollas: el tratamiento de los residuos y el proceso de desmantelamiento de las centrales cuando haya que cerrarlas.

El Almacén Temporal Individualizado de Almaraz está proyectado en los terrenos al norte de la Central Nuclear, y su presupuesto alcanzaría los 24 millones de euros. Podrá albergar hasta 20 contenedores de almacenaje para el combustible gastado, y los contenedores estarían fabricados en hormigón y enterrados a dos metros bajo el suelo. Algunos sectores advierten contra la herencia que las generaciones futuras recibirán por culpa de nuestras actuales necesidades energéticas –más bien por no poder satisfacerlas de forma limpia–. El físico y activista antinuclear Paco Castejón aseguraba, en un encuentro en Cáceres previo a las manifestaciones que se sucedieron el año pasado contra el ATI de Almaraz, que los residuos nucleares “son una verdadera pesadilla. No hay una solución para esto y no sabemos qué hacer con ellos”.

Por el contrario, otras voces defienden que serán precisamente las generaciones futuras quienes podrán hacer uso de esos residuos hoy poco reutilizables. Según explica Manuel Lozano Leyva, catedrático de Física Atómica, Molecular y Nuclear en la Universidad de Sevilla y autor de Nucleares, ¿por qué no?, “el 95% del uranio contenido en el combustible nuclear usado (CNU) es susceptible de ser usado en el futuro”. Pero, más allá del debate científico, Lozano Leyva reconoce que “el ATI de Almaraz y los de todas las demás centrales serán imprescindibles por el freno al ATC –Almacén Temporal Centralizado– por razones políticas e ideológicas ramplonas”. ¿A qué se refiere Lozano Leyva cuando nombra el ATC?

El Almacén Temporal Centralizado de Villar de Cañas, en Cuenca, previsto para principios de 2018, no va a estar terminado a tiempo por problemas con los terrenos escogidos para su ubicación

Las razones que aducen Gobierno y eléctricas para la necesidad del ATI es que el Almacén Temporal Centralizado de Villar de Cañas, en Cuenca, previsto para principios de 2018, no va a estar terminado a tiempo por problemas con los terrenos escogidos para su ubicación. Este superalmacén llevaba décadas planteado e iba a suplir las carencias de almacenaje de muchas, o todas las centrales españolas. Por ahora el ATC no ha pasado del PowerPoint. Nuno Sequeira asegura que “todo indica que España estará muy lejos de conseguir un consenso en cuanto a la localización del ATC (…) Existe una fuerte presión del consorcio de empresas que explota la Central Nuclear de Almaraz para continuar su labor después de 2020, y la construcción del ATI será un fuerte argumento para que esto ocurra”.

El proyecto del ATC del Partido Popular, en el fango desde 2011

En diciembre de 2011, un mes después de que el Partido Popular ganara las elecciones generales, y con María Dolores de Cospedal como presidenta de la Junta de Castilla-La Mancha, Villar de Cañas ganaba la larga y encarnizada pugna por acoger el futuro ATC. Y esto a pesar de que la localidad no había quedado en primera posición, sino en cuarta de un total de 13 aspirantes.

La inversión rondaría los 700 millones de euros en un pueblo de unos 300 habitantes. La especulación se apoderó del municipio, terrenos que antes costaban 72 euros el metro cuadrado pasaron a valer 180 euros, se reabrieron sucursales bancarias, el Ayuntamiento amenazó a los vecinos con la expropiación si se negaban a vender bajo el plan urbanístico, hubo intentos de paralizar las obras del ATC por parte del Parlamento castellano manchego –con los únicos votos en contra de los populares–, o problemas por la posible violación de un Espacio Protegido. Hasta hoy nadie ha conseguido desbloquear el ATC de forma definitiva.

Ya en julio de 2012, algunos medios contaron que un informe de la propia Enresa (Empresa Nacional de Residuos Radiactivos, la sociedad estatal que se encarga del tratamiento de residuos y del desmantelamiento de las centrales obsoletas) alertaba de “riesgos geotécnicos relevantes”, es decir, problemas serios con el terreno escogido. Ese mismo mes Enresa formalizaba la compra de 55 hectáreas –a unos 10.000€ la hectárea– para el futuro ATC de Villar de Cañas, que iba a estar terminado para 2016 con un presupuesto de 1.000 millones de euros. A enero de 2017, el ATC aún sigue pendiente de arrancar después de 80 millones gastados –en comprar terrenos, pavimentar carreteras, un edificio para empresas de tecnología y una nave para las operaciones de sondeo– sin que se haya puesto una sola piedra encima de otra para el verdadero complejo de almacenaje. Como afirma Nuno Sequeira, “en el caso de que la central continuase en funcionamiento después de 2020, en uno o dos años aparecerán serios problemas a nivel de almacenamiento de los residuos”.

Problemas de financiación

La financiación de la gestión de los residuos lleva tiempo en entredicho. Como asegura el físico Lozano Leyva, las centrales españolas están “amortizadas hace muchísimo tiempo, igual que las hidroeléctricas, que son las que producen energía más barata. Unos 20€/megavatio frente al coste total que hace unos días alcanzó los 100”. Sin embargo, el sistema de tasas por el que Enresa comenzó, en 2010, a recibir financiación de las empresas eléctricas propietarias de las centrales nucleares no se ha actualizado en 7 años –Iberdrola, Nuclenor, Endesa, Unión Fenosa y HC Energía–. Ya en 2015 el Tribunal de Cuentas cuestionó este sistema de financiación, advirtiendo de que debían revisarse las tasas cada año si la empresa pública no quería enfrentarse a un agujero de 1.800 millones de euros en un futuro próximo. 

El sistema de tasas por el que Enresa comenzó, en 2010, a recibir financiación de las empresas eléctricas propietarias de las centrales nucleares no se ha actualizado en 7 años

Por este motivo las eléctricas buscan cerrar la financiación de los ATI –presumiblemente, si no se pone en marcha pronto el ATC de Cuenca, otras centrales además de Almaraz deberán contar con un almacén individualizado para sus residuos– y del ATC cuanto antes. Aunque Lozano Leyva asegura que los que deberían estar menos interesados en la energía nuclear son “sus dueños, las eléctricas, que hasta ahora han sacado muchísimo más rendimiento a las primas de las renovables”.

Enresa, en lugar de seguir el consejo del Tribunal de Cuentas y revisar las tasas pagadas por las eléctricas –previsiblemente al alza–, anunció en octubre de 2016 que contrataría al bufete de abogados estadounidense Jones Day como asesores jurídicos sobre SPV’s –Sociedades Vehículo de Propósito Especial–. La creación de una SPV responde a la necesidad de aislar los riesgos de financiación de un proyecto de sus accionistas, aunque el propio proyecto queda como garantía de pago a los prestamistas.

Con la creación de esta sociedad ad hoc para la financiación del fondo que nutre a Enresa, la sociedad estatal eludiría las restricciones a los criterios de inversión establecidos por el Comité de Seguimiento y Control del propio fondo. El presidente de Enresa, Juan José Zaballa, sin experiencia previa en el sector de la energía, llegó a la sociedad estatal desde la Fundación Empresa y Crecimiento –previo paso durante un año por la también estatal Paradores–, fundada en 2001 por Ana Patricia Botín y dedicada a crear y gestionar fondos de capital riesgo en América Latina. Zaballa asegura que la creación de una SPV ayudaría a “maximizar la rentabilidad” del fondo que en última instancia deberá financiar el desmantelamiento de las centrales nucleares. Sin embargo, otros advierten de que en algunas ocasiones el uso de SPV’s ha permitido a empresas como Enron manipular cuentas a gran escala.

Así las cosas, el conflicto diplomático entre España y Portugal por la idoneidad del ATI de Almaraz lleva de fondo, de forma clara, el desacertado intento de construir el ATC de Villar de Cañas y, por supuesto, el futuro de la propia Central Nuclear de Almaraz. Lo que parece claro es que Portugal tiene mucho que decir en este asunto, dado que la central está situada a sólo 100 kilómetros de sus fronteras, río Tajo arriba. Algunas iniciativas populares incluso han movilizado recursos civiles para monitorizar la radiactividad atmosférica en Segura, la localidad portuguesa más próxima a la Central de Almaraz. Según Manuel Costa Alves, uno de los promotores del proyecto Tajo Seguro, “la red oficial de recogida de datos de radiactividad atmosférica no es accesible en tiempo real (…), y es el río, y su cuenca hidrográfica, el vehículo de transporte de contaminantes radiactivos para Portugal”.

Nace El Dobladillo, el papel mensual interactivo y ecológico de CTXT ¿Quieres recibirlo en casa? ¡Suscríbete!

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Autor >

Daniel Toledo

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

2 comentario(s)

¿Quieres decir algo? + Déjanos un comentario

  1. Hichi

    Mariano Trump Rajao, haciendo lo mismo con Portugal, que Donald, El patoso con Mejico. Son hermanos de sangre.

    Hace 7 años 1 mes

  2. David

    Poner a todos los partidos portugueses en contra de España no es una proeza. A mi me gustaría que la UE fuera realmente un único país con una mayoría de leyes comunes a los actuales estados porque todo lo que pasa más allá de las fronteras nos afecta también, pero de momento no es así y muchos, desde el populismo de izquierda y derecha, siguen intentando debilitar la UE.

    Hace 7 años 1 mes

Deja un comentario


Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí