'Prometeo lleva el fuego a la humanidad'.
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Cuando era extraordinariamente joven me sorprendía que los adultos no supieran verbalizar sus separaciones. Si les preguntabas directamente decían que no recordaban el motivo por el que finalizó su matrimonio. Decían, incluso, que concluyó por nada en concreto. O exponían, sin muchos detalles, dos, tres, cuatro razones pueriles, que no explicaban nada en sí mismas. Nunca me creí esas explicaciones. Creía que, en verdad, los adultos mentían, y que me estaban protegiendo de algún dato, de alguna razón terrible que, algún día, conocería de pronto en su brutalidad. Pero no fue así. Pero no es así. Verdaderamente, no hay razones o, pasado un tiempo, se olvidan, o son anecdóticas. No olvidas jamás el porqué del fin de una amistad. Pero los límites de esa cosa que se llama pareja son absolutamente gaseosos. Y lo son en todas las edades --lo sé; ya las voy teniendo todas--. Lo que indica que la pareja no es una relación de amistad. Debe de tener, por tanto, otras leyes. ¿Qué leyes?
No las conozco. Su olvido --la pareja es, básicamente, leyes extrañas--indica un universal humano extraño. La incapacidad de recordarlas ilustra que el amor es una parcela única. Es la única en la que las personas se comportan sin planificación, sin prisa, como si tuvieran todo el tiempo del mundo para aprender esas leyes más adelante, en otro momento. O en otro. O en otro. Es, de hecho, la única región de la vida en la que nos comportamos como inmortales, como seres con todo el tiempo del mundo.
Pero no tenemos todo el tiempo del mundo. Ni siquiera disponemos de nuestro propio tiempo. No somos, en fin, inmortales. Nuestra inteligencia es de mortales, por lo que siempre tiende a medir el tiempo y a rentabilizarlo. Salvo, lo dicho, cuando ese tiempo transcurre en el pecho. Prometeo nos dio nuestra inteligencia, al darnos el fuego. Supongo que algo de ese fuego robado a los dioses, inmortales, nos quemó el pecho, la única parte del cuerpo que se cree inmortal. En ocasiones, la quemadura duele más. Simplemente.
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Guillem Martínez
Es autor de 'CT o la cultura de la Transición. Crítica a 35 años de cultura española' (Debolsillo), de '57 días en Piolín' de la colección Contextos (CTXT/Lengua de Trapo) y de 'Caja de brujas', de la misma colección. Su último libro es 'Los Domingos', una selección de sus artículos dominicales (Anagrama).
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