1. Número 1 · Enero 2015

  2. Número 2 · Enero 2015

  3. Número 3 · Enero 2015

  4. Número 4 · Febrero 2015

  5. Número 5 · Febrero 2015

  6. Número 6 · Febrero 2015

  7. Número 7 · Febrero 2015

  8. Número 8 · Marzo 2015

  9. Número 9 · Marzo 2015

  10. Número 10 · Marzo 2015

  11. Número 11 · Marzo 2015

  12. Número 12 · Abril 2015

  13. Número 13 · Abril 2015

  14. Número 14 · Abril 2015

  15. Número 15 · Abril 2015

  16. Número 16 · Mayo 2015

  17. Número 17 · Mayo 2015

  18. Número 18 · Mayo 2015

  19. Número 19 · Mayo 2015

  20. Número 20 · Junio 2015

  21. Número 21 · Junio 2015

  22. Número 22 · Junio 2015

  23. Número 23 · Junio 2015

  24. Número 24 · Julio 2015

  25. Número 25 · Julio 2015

  26. Número 26 · Julio 2015

  27. Número 27 · Julio 2015

  28. Número 28 · Septiembre 2015

  29. Número 29 · Septiembre 2015

  30. Número 30 · Septiembre 2015

  31. Número 31 · Septiembre 2015

  32. Número 32 · Septiembre 2015

  33. Número 33 · Octubre 2015

  34. Número 34 · Octubre 2015

  35. Número 35 · Octubre 2015

  36. Número 36 · Octubre 2015

  37. Número 37 · Noviembre 2015

  38. Número 38 · Noviembre 2015

  39. Número 39 · Noviembre 2015

  40. Número 40 · Noviembre 2015

  41. Número 41 · Diciembre 2015

  42. Número 42 · Diciembre 2015

  43. Número 43 · Diciembre 2015

  44. Número 44 · Diciembre 2015

  45. Número 45 · Diciembre 2015

  46. Número 46 · Enero 2016

  47. Número 47 · Enero 2016

  48. Número 48 · Enero 2016

  49. Número 49 · Enero 2016

  50. Número 50 · Febrero 2016

  51. Número 51 · Febrero 2016

  52. Número 52 · Febrero 2016

  53. Número 53 · Febrero 2016

  54. Número 54 · Marzo 2016

  55. Número 55 · Marzo 2016

  56. Número 56 · Marzo 2016

  57. Número 57 · Marzo 2016

  58. Número 58 · Marzo 2016

  59. Número 59 · Abril 2016

  60. Número 60 · Abril 2016

  61. Número 61 · Abril 2016

  62. Número 62 · Abril 2016

  63. Número 63 · Mayo 2016

  64. Número 64 · Mayo 2016

  65. Número 65 · Mayo 2016

  66. Número 66 · Mayo 2016

  67. Número 67 · Junio 2016

  68. Número 68 · Junio 2016

  69. Número 69 · Junio 2016

  70. Número 70 · Junio 2016

  71. Número 71 · Junio 2016

  72. Número 72 · Julio 2016

  73. Número 73 · Julio 2016

  74. Número 74 · Julio 2016

  75. Número 75 · Julio 2016

  76. Número 76 · Agosto 2016

  77. Número 77 · Agosto 2016

  78. Número 78 · Agosto 2016

  79. Número 79 · Agosto 2016

  80. Número 80 · Agosto 2016

  81. Número 81 · Septiembre 2016

  82. Número 82 · Septiembre 2016

  83. Número 83 · Septiembre 2016

  84. Número 84 · Septiembre 2016

  85. Número 85 · Octubre 2016

  86. Número 86 · Octubre 2016

  87. Número 87 · Octubre 2016

  88. Número 88 · Octubre 2016

  89. Número 89 · Noviembre 2016

  90. Número 90 · Noviembre 2016

  91. Número 91 · Noviembre 2016

  92. Número 92 · Noviembre 2016

  93. Número 93 · Noviembre 2016

  94. Número 94 · Diciembre 2016

  95. Número 95 · Diciembre 2016

  96. Número 96 · Diciembre 2016

  97. Número 97 · Diciembre 2016

  98. Número 98 · Enero 2017

  99. Número 99 · Enero 2017

  100. Número 100 · Enero 2017

  101. Número 101 · Enero 2017

  102. Número 102 · Febrero 2017

  103. Número 103 · Febrero 2017

  104. Número 104 · Febrero 2017

  105. Número 105 · Febrero 2017

  106. Número 106 · Marzo 2017

  107. Número 107 · Marzo 2017

  108. Número 108 · Marzo 2017

  109. Número 109 · Marzo 2017

  110. Número 110 · Marzo 2017

  111. Número 111 · Abril 2017

  112. Número 112 · Abril 2017

  113. Número 113 · Abril 2017

  114. Número 114 · Abril 2017

  115. Número 115 · Mayo 2017

  116. Número 116 · Mayo 2017

  117. Número 117 · Mayo 2017

  118. Número 118 · Mayo 2017

  119. Número 119 · Mayo 2017

  120. Número 120 · Junio 2017

  121. Número 121 · Junio 2017

  122. Número 122 · Junio 2017

  123. Número 123 · Junio 2017

  124. Número 124 · Julio 2017

  125. Número 125 · Julio 2017

  126. Número 126 · Julio 2017

  127. Número 127 · Julio 2017

  128. Número 128 · Agosto 2017

  129. Número 129 · Agosto 2017

  130. Número 130 · Agosto 2017

  131. Número 131 · Agosto 2017

  132. Número 132 · Agosto 2017

  133. Número 133 · Septiembre 2017

  134. Número 134 · Septiembre 2017

  135. Número 135 · Septiembre 2017

  136. Número 136 · Septiembre 2017

  137. Número 137 · Octubre 2017

  138. Número 138 · Octubre 2017

  139. Número 139 · Octubre 2017

  140. Número 140 · Octubre 2017

  141. Número 141 · Noviembre 2017

  142. Número 142 · Noviembre 2017

  143. Número 143 · Noviembre 2017

  144. Número 144 · Noviembre 2017

  145. Número 145 · Noviembre 2017

  146. Número 146 · Diciembre 2017

  147. Número 147 · Diciembre 2017

  148. Número 148 · Diciembre 2017

  149. Número 149 · Diciembre 2017

  150. Número 150 · Enero 2018

  151. Número 151 · Enero 2018

  152. Número 152 · Enero 2018

  153. Número 153 · Enero 2018

  154. Número 154 · Enero 2018

  155. Número 155 · Febrero 2018

  156. Número 156 · Febrero 2018

  157. Número 157 · Febrero 2018

  158. Número 158 · Febrero 2018

  159. Número 159 · Marzo 2018

  160. Número 160 · Marzo 2018

  161. Número 161 · Marzo 2018

  162. Número 162 · Marzo 2018

  163. Número 163 · Abril 2018

  164. Número 164 · Abril 2018

  165. Número 165 · Abril 2018

  166. Número 166 · Abril 2018

  167. Número 167 · Mayo 2018

  168. Número 168 · Mayo 2018

  169. Número 169 · Mayo 2018

  170. Número 170 · Mayo 2018

  171. Número 171 · Mayo 2018

  172. Número 172 · Junio 2018

  173. Número 173 · Junio 2018

  174. Número 174 · Junio 2018

  175. Número 175 · Junio 2018

  176. Número 176 · Julio 2018

  177. Número 177 · Julio 2018

  178. Número 178 · Julio 2018

  179. Número 179 · Julio 2018

  180. Número 180 · Agosto 2018

  181. Número 181 · Agosto 2018

  182. Número 182 · Agosto 2018

  183. Número 183 · Agosto 2018

  184. Número 184 · Agosto 2018

  185. Número 185 · Septiembre 2018

  186. Número 186 · Septiembre 2018

  187. Número 187 · Septiembre 2018

  188. Número 188 · Septiembre 2018

  189. Número 189 · Octubre 2018

  190. Número 190 · Octubre 2018

  191. Número 191 · Octubre 2018

  192. Número 192 · Octubre 2018

  193. Número 193 · Octubre 2018

  194. Número 194 · Noviembre 2018

  195. Número 195 · Noviembre 2018

  196. Número 196 · Noviembre 2018

  197. Número 197 · Noviembre 2018

  198. Número 198 · Diciembre 2018

  199. Número 199 · Diciembre 2018

  200. Número 200 · Diciembre 2018

  201. Número 201 · Diciembre 2018

  202. Número 202 · Enero 2019

  203. Número 203 · Enero 2019

  204. Número 204 · Enero 2019

  205. Número 205 · Enero 2019

  206. Número 206 · Enero 2019

  207. Número 207 · Febrero 2019

  208. Número 208 · Febrero 2019

  209. Número 209 · Febrero 2019

  210. Número 210 · Febrero 2019

  211. Número 211 · Marzo 2019

  212. Número 212 · Marzo 2019

  213. Número 213 · Marzo 2019

  214. Número 214 · Marzo 2019

  215. Número 215 · Abril 2019

  216. Número 216 · Abril 2019

  217. Número 217 · Abril 2019

  218. Número 218 · Abril 2019

  219. Número 219 · Mayo 2019

  220. Número 220 · Mayo 2019

  221. Número 221 · Mayo 2019

  222. Número 222 · Mayo 2019

  223. Número 223 · Mayo 2019

  224. Número 224 · Junio 2019

  225. Número 225 · Junio 2019

  226. Número 226 · Junio 2019

  227. Número 227 · Junio 2019

  228. Número 228 · Julio 2019

  229. Número 229 · Julio 2019

  230. Número 230 · Julio 2019

  231. Número 231 · Julio 2019

  232. Número 232 · Julio 2019

  233. Número 233 · Agosto 2019

  234. Número 234 · Agosto 2019

  235. Número 235 · Agosto 2019

  236. Número 236 · Agosto 2019

  237. Número 237 · Septiembre 2019

  238. Número 238 · Septiembre 2019

  239. Número 239 · Septiembre 2019

  240. Número 240 · Septiembre 2019

  241. Número 241 · Octubre 2019

  242. Número 242 · Octubre 2019

  243. Número 243 · Octubre 2019

  244. Número 244 · Octubre 2019

  245. Número 245 · Octubre 2019

  246. Número 246 · Noviembre 2019

  247. Número 247 · Noviembre 2019

  248. Número 248 · Noviembre 2019

  249. Número 249 · Noviembre 2019

  250. Número 250 · Diciembre 2019

  251. Número 251 · Diciembre 2019

  252. Número 252 · Diciembre 2019

  253. Número 253 · Diciembre 2019

  254. Número 254 · Enero 2020

  255. Número 255 · Enero 2020

  256. Número 256 · Enero 2020

  257. Número 257 · Febrero 2020

  258. Número 258 · Marzo 2020

  259. Número 259 · Abril 2020

  260. Número 260 · Mayo 2020

  261. Número 261 · Junio 2020

  262. Número 262 · Julio 2020

  263. Número 263 · Agosto 2020

  264. Número 264 · Septiembre 2020

  265. Número 265 · Octubre 2020

  266. Número 266 · Noviembre 2020

  267. Número 267 · Diciembre 2020

  268. Número 268 · Enero 2021

  269. Número 269 · Febrero 2021

  270. Número 270 · Marzo 2021

  271. Número 271 · Abril 2021

  272. Número 272 · Mayo 2021

  273. Número 273 · Junio 2021

  274. Número 274 · Julio 2021

  275. Número 275 · Agosto 2021

  276. Número 276 · Septiembre 2021

  277. Número 277 · Octubre 2021

  278. Número 278 · Noviembre 2021

  279. Número 279 · Diciembre 2021

  280. Número 280 · Enero 2022

  281. Número 281 · Febrero 2022

  282. Número 282 · Marzo 2022

  283. Número 283 · Abril 2022

  284. Número 284 · Mayo 2022

  285. Número 285 · Junio 2022

  286. Número 286 · Julio 2022

  287. Número 287 · Agosto 2022

  288. Número 288 · Septiembre 2022

  289. Número 289 · Octubre 2022

  290. Número 290 · Noviembre 2022

  291. Número 291 · Diciembre 2022

  292. Número 292 · Enero 2023

  293. Número 293 · Febrero 2023

  294. Número 294 · Marzo 2023

  295. Número 295 · Abril 2023

  296. Número 296 · Mayo 2023

  297. Número 297 · Junio 2023

  298. Número 298 · Julio 2023

  299. Número 299 · Agosto 2023

  300. Número 300 · Septiembre 2023

  301. Número 301 · Octubre 2023

  302. Número 302 · Noviembre 2023

  303. Número 303 · Diciembre 2023

  304. Número 304 · Enero 2024

  305. Número 305 · Febrero 2024

  306. Número 306 · Marzo 2024

CTXT necesita 15.000 socias/os para seguir creciendo. Suscríbete a CTXT

Tribuna

Un peligroso ejercicio de secretismo

Las negociaciones del Tratado de Libre Comercio inquietan a los investigadores independientes: lo probable es que el aumento de renta solo beneficie a las empresas

Lucas Duplá 30/04/2015

En CTXT podemos mantener nuestra radical independencia gracias a que las suscripciones suponen el 70% de los ingresos. No aceptamos “noticias” patrocinadas y apenas tenemos publicidad. Si puedes apoyarnos desde 3 euros mensuales, suscribete aquí

El 24 de abril terminó en Nueva York la novena ronda de negociaciones del Trans-Atlantic Trade and Investment Partnership (TTIP), un tratado que están negociando actualmente EEUU y la UE, y cuyo objetivo principal es facilitar y liberalizar el comercio y las inversiones entre las dos grandes potencias occidentales. El tratado comenzó a negociarse en Washington en julio de 2013, y las negociaciones se han caracterizado en un principio por el secretismo. La Comisión europea ha tenido que ir dejando atrás esa opacidad, forzada en buena medida tanto por la acción ciudadana (más de un millón de firmas recogidas contra el tratado) como por el Parlamento Europeo (más de 900 enmiendas presentadas), además de por la Defensora del Pueblo europeo, que ha exigido mayor transparencia en repetidas ocasiones. Pese a todo lo que está en juego, el eco mediático del tratado en España está siendo sorprendentemente escaso. Por ejemplo, en abril miles de personas se manifestaron contra las negociaciones en toda Europa, pero la mayor parte de la prensa española no informó de ello. 

El objetivo declarado del TTIP es crear la mayor zona de libre comercio del mundo, con 800 millones de consumidores. A diferencia de lo que suele suceder con los tratados de libre comercio, el TTIP no va de reducir aranceles: los aranceles entre EEUU y la UE ya son bajísimos, un 3% de media. El tratado pretende reducir las barreras no arancelarias, es decir homogeneizar estándares y regulaciones que impiden que actualmente un fabricante europeo pueda vender directamente su producto en EEUU y viceversa. Esto afecta a casi todos los sectores, desde el agroalimentario al textil, pasando por la industria química, la automoción o los servicios financieros.

Para muchos ciudadanos europeos, homogeneizar estas regulaciones con las estadounidenses es preocupante porque, en general, las regulaciones sociales y ambientales estadounidenses son mucho más laxas que las europeas. Algunos ejemplos: en EEUU, actualmente más del 70% de los alimentos a la venta en los supermercados contienen algún ingrediente genéticamente modificado, mientras que en Europa esos alimentos están casi totalmente prohibidos; en Europa existen 1.200 sustancias prohibidas para la fabricación de cosméticos, mientras que en EEUU son sólo 12; en EEUU, el dueño de un terreno puede decidir unilateralmente si quiere extraer gas o petróleo con fractura hidráulica del subsuelo sin tener que pedir permiso a nadie, mientras que en la mayor parte de Europa actualmente el fracking no está permitido.

Una de las pocas excepciones es la regulación financiera, que tras la crisis de las hiptecas subprime ha pasado a ser más estricta en EEUU que en Europa, lo que está llevando a la industria financiera estadounidense a presionar a favor de la firma del tratado (con la esperanza de que éste implique una rebaja de las exigencias regulatorias). Otro riesgo importante es que, dado que EEUU sólo cumple con dos de los ocho estándares laborales de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), los trabajadores europeos podrían perder derechos laborales al competir más directamente con los norteamericanos.

Los trabajadores europeos podrían perder derechos laborales al competir más directamente con los norteamericanos

La experiencia indica que en estos procesos de armonización regulatoria lo habitual suele ser rebajar estándares hasta llegar al mínimo común denominador, en lugar de tender hacia la regulación más estricta. Hay algunos casos puntuales en los que Europa y EEUU tenemos regulaciones diferentes pero equivalentes en cuanto a exigencia, como por ejemplo el caso de los estándares de seguridad de la industria automovilística, y en esos casos el tratado es una ganancia neta para ambos bloques. Pero en la mayoría de situaciones, si se lograra la armonización normativa sería tras una rebaja de los estándares europeos, ya sea en seguridad alimentaria, protección del medio ambiente u otros ámbitos. ¿Qué ganancias se nos prometen a cambio de estos sacrificios?

Modelos vs realidad

La Comisión Europea, basándose en varios estudios independientes que ha encargado, asegura que, en el mejor escenario posible, si se firmara el TTIP la economía europea crecería durante el periodo 2015-2025 un 0.5% más de lo previsto actualmente sin tratado. No un 0.5% más al año, sino un 0.5% al cabo de diez años. Si suponemos que esa riqueza adicional que se generaría gracias al TTIP se repartiera a partes iguales entre todos los europeos, cada europeo ganaría, en el mejor de los casos, unos 50 euros adicionales al año gracias al tratado. Claro que, dado que la masa salarial en porcentaje del PIB está estancada o cayendo desde hace más de un lustro en casi toda Europa, y especialmente en España, ese reparto equitativo es mucho suponer. Siendo realistas, lo probable es que el aumento de renta, de producirse, fuera a parar en su gran mayoría a incrementar el beneficio empresarial.

Pero ni siquiera el escenario anterior es demasiado probable. Esas predicciones se basan en un tipo de modelos, llamados modelos de equilibrio general dinámico-estocástico (DSGE, por sus siglas en inglés). Estos modelos, utilizados de forma habitual por instituciones como el Banco Mundial, el FMI, la OCDE o la mayoría de bancos centrales y gobiernos occidentales, no predijeron la crisis subprime ni la posterior crisis de deuda soberana. Según los resultados de esos modelos, la austeridad y la devaluación interna deberían haber propiciado un crecimiento vigoroso capaz de sacar del agujero negro a la economía europea. La realidad desmiente esas predicciones a diario.

Durante las últimas décadas, las predicciones de estos modelos han sido correctas sólo muy excepcionalmente (generalmente en tiempos especialmente tranquilos) y, de hecho, el economista jefe del FMI reconocía recientemente la poca utilidad de estas herramientas y cómo la economía debe evolucionar en busca de herramientas técnicas mejores, además de partir de supuestos más realistas, funcionar de una manera más científica y aplicar más el sentido común.

Lo probable es que el aumento de renta, de producirse, fuera a parar en su gran mayoría a incrementar el beneficio empresarial

Otros investigadores independientes, en este caso no contratados por la Comisión Europea, como por ejemplo un grupo de investigación de la universidad de Tufts, han simulado los efectos de la implantación del TTIP con otro modelo que parte de supuestos más realistas (el UN Global Policy Model, o GPM, modelo de referencia de Naciones Unidas).

El GPM predice que el TTIP provocará: I) una pérdida de exportaciones netas para las economías europeas; II) un descenso moderado del PIB en todos los países europeos participantes; III) una pérdida de unos 600.000 empleos en Europa (no así en EEUU, donde habría creación de empleo); y IV) una reducción de la masa salarial en porcentaje del PIB en Europa (es decir, que proporcionalmente las empresas obtendrían riqueza a costa de los trabajadores).

Los resultados que predice el GPM no son dramáticos cuantitativamente, pero sí son concluyentes. En cualquier caso, argumentar a favor del tratado utilizando modelos econométricos que fallan sistemáticamente en sus predicciones es tramposo por varios motivos: en primer lugar, porque como hemos visto lo más probable es que las predicciones no se cumplan; en segundo lugar, porque se excluye del debate a la mayor parte de la población, que no comprende los modelos y se ve obligada a creer a los técnicos, cuando la decisión es fundamentalmente política; finalmente, si creemos a pies juntillas los estudios independientes de la Comisión, como hace la enorme mayoría de la prensa, entonces los que critican el tratado son caracterizados, falazmente, como enemigos del crecimiento y la creación de empleo. 

Es útil tener en cuenta una experiencia histórica reciente: cuando se estaba negociando el Tratado de Libre Comercio entre EEUU y México, varios sindicatos estadounidenses expresaron su temor a que la competencia con trabajadores mexicanos con salarios ínfimos degradara sus condiciones laborales. La administración Clinton, apoyándose en modelos simplificados que daban el resultado deseado, les prometió a los estadounidenses que el TLC crearía centenares de miles de puestos de trabajo. La evidencia, como se describe en detalle en este estudio, es que el TLC ha destruido más de 600.000 empleos en EEUU. Por supuesto, la experiencia de EEUU con México, o con Corea del Sur, no sirve como argumento para invalidar cualquier tratado de libre comercio: hay muchos actualmente vigentes que han sido auténticas palancas de crecimiento económico. Pero sí debemos ser conscientes de que más libre comercio y más desregulación no siempre implican mejores condiciones de vida para la población; de hecho, en varias ocasiones han significado lo contrario.

El Tratado de Libre Comercio entre México y EEUU ha destruido más de 600.000 empleos en EEUU

Juicios paralelos

Uno de los aspectos más controvertidos del TTIP son los tribunales de arbitraje, conocidos por sus siglas en inglés, ISDS (Investor-state dipute settlement). La función de estos tribunales de arbitraje, que se situarían por encima de la jurisdicción de los tribunales de los países firmantes, sería mediar entre un inversor y un país determinado en caso de conflicto. Si el tribunal falla a favor del inversor, entonces el país puede verse obligado a pagar una indemnización sustancial a la empresa (generalmente resarcirla tanto por lo invertido como por lo que se estime que el inversor ha dejado de ganar). Hay muchos ejemplos de cómo funciona este sistema en la práctica (ver aquí); un caso reciente ha sido el dictamen que obliga a la ciudad de Buenos Aires a abonar 400 millones de dólares a la francesa Suez por haber decidido remunicipalizar la gestión de residuos.

Es cierto que un ISDS puede ser un instrumento útil si la UE negocia un tratado con un país que no tiene un sistema jurídico desarrollado ni independiente, como puede ser por ejemplo el caso de Vietnam, con quien se está negociando un tratado de libre comercio actualmente. Sin esa protección, probablemente muy pocas empresas europeas asumirían el riesgo de invertir en un país en cuya justicia no confían. Sin embargo, esa protección adicional no es necesaria ni en EEUU ni en la UE: su única función es dar una ventaja estratégica a los inversores extranjeros frente al resto de agentes. Si una empresa considera que su inversión ha sido vulnerada en EEUU o la UE, lo apropiado es que vaya a un juzgado ordinario, que no aplique la legislación de un tratado internacional, sino que aplique el ordenamiento constitucional en el que se recogen los derechos de los ciudadanos. Los tribunales de arbitraje, si llegaran a materializarse, podrían incluso tener el efecto indeseado de inhibir la acción legisladora: podría darse el caso de países que no aprobaran leyes socialmente respaldadas por miedo a tener que pagar indemnizaciones posteriormente en el marco del tratado. Este tipo de situación rayaría en lo antidemocrático, y sería especialmente peligrosa dado que es muy difícil revertir o modificar un tratado de este tipo una vez firmado.

Los tribunales de arbitraje podrían incluso tener el efecto indeseado de inhibir la acción legisladora

Mitos y verdades

La Comisión Europea ha publicado este interesante documento que desmiente algunas de las críticas que se han oído respecto del tratado en los últimos tiempos: el TTIP no restringiría en ningún caso la posibilidad de gestionar cualquier ámbito de la economía desde el sector público, ni de nacionalizar sectores actualmente privados. Parece, por tanto, que las informaciones que se filtraron hace unos meses sobre posibles privatizaciones forzosas de servicios públicos, como por ejemplo la sanidad, eran solamente rumores, o que ha habido cambios en este sentido debido a la oposición ciudadana y política. Según la Comisión Europea, el TTIP tampoco impediría que los países europeos que así lo deseen sigan subvencionando su industria cultural (por ejemplo, el cine francés). Sin embargo, los tribunales de arbitraje siguen en la agenda.

En cualquier caso, está muy claro que ahora mismo no tenemos herramientas analíticas que nos permitan predecir con precisión las consecuencias de la introducción de un cambio de esta magnitud; por ello, es aún más importante que exista un debate lo más abierto y transparente posible al respecto. Si se decide firmar el TTIP, debería ser una versión del acuerdo en la que todos los actores sociales estén justamente representados y sus intereses sean respetados. Fiarnos ciegamente de estudios que sistemáticamente yerran, tanto en sus predicciones como en sus recomendaciones de política económica, es una receta segura para el fracaso.

El 24 de abril terminó en Nueva York la novena ronda de negociaciones del Trans-Atlantic Trade and Investment Partnership (TTIP), un tratado que están negociando actualmente EEUU y la UE, y cuyo objetivo principal es facilitar y liberalizar...

Este artículo es exclusivo para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí

Autor >

Lucas Duplá

Suscríbete a CTXT

Orgullosas
de llegar tarde
a las últimas noticias

Gracias a tu suscripción podemos ejercer un periodismo público y en libertad.
¿Quieres suscribirte a CTXT por solo 6 euros al mes? Pulsa aquí

Artículos relacionados >

Los comentarios solo están habilitados para las personas suscritas a CTXT. Puedes suscribirte aquí